jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Quién pagará la recapitalización y la nueva liquidez de los bancos? Basilea III

¿Son las regulaciones del Comité de Supervisión Bancaria del Banco Internacional de Pagos de Basilea la solución para evitar futuras crisis financieras?
La respuesta a esas preguntas es importante para comprender los caminos encontrados por el sistema financiero internacional para evitar futuras crisis.
El Comité de Supervisión Bancaria del Banco Internacional de Pagos de Basilea, BIP,  ha considerado el escenario del aumento de las tasas de interés bancarias, entre las medidas para mejorar la capacidad del sistema financiero internacional.
Un incremento de las tasas de interés para préstamos más la restricción del gasto público en países como Grecia, Italia, Portugal y España aceleraría la recesión en la Eurozona y en otras regiones del mundo.
El Banco Internacional de Pagos de Basilea es el banco central de los bancos centrales de los países del mundo y su función principal es preservar la estabilidad monetaria y financiera global.
Como consecuencia de la crisis financiera del año 2008, el Comité de Supervisión Bancaria de la institución propuso un conjunto de medidas denominadas Basilea III, medidas orientadas a fortalecer el sistema financiero mundial. Las medidas comprenden el aumento de las reservas de capital y los niveles de liquidez de los bancos. Sin embargo, el problema es que esos aumentos no serán pagados por los dueños de los bancos sino por el público, es decir, por los clientes de los bancos a través del aumento de las tasas de interés.
Los efectos macroeconómicos de un aumento de las tasas de interés son muy importantes. Un efecto es el aumento de la inflación y la reducción de la inversión privada porque muchas actividades económicas no pueden pagar más por sus préstamos. Esto ejerce un impacto sobre la creación y la estabilidad del empleo y sobre el crecimiento económico.
+  Tasas de interés = + Inflación – Empleo – Crecimiento Económico
La ecuación revela claramente que peor es el remedio que la enfermedad.
En su cumbre, celebrada en Seúl, entre el 11 y 12 de noviembre del 2010, los países miembros del G20 adoptaron las regulaciones establecidas por el Comité de Supervisión Bancaria del BIP, denominadas Basilea III, este hecho convirtió a esas regulaciones en un nuevo instrumento de política financiera internacional. Las medidas de Basilea III comenzarán a ser aplicadas a partir de enero del 2012; no obstante ello,  las preguntas que encabezan este trabajo permanecen inalterables.
El camino es no incrementar las tasas de interés sino una mayor inversión por parte de los dueños de los bancos; las instituciones financieras tienen altos niveles de rentabilidad; en consecuencia, lo lógico y justo, es que el dinero para incrementar las reservas de capital y los niveles de liquidez provenga de esos altos beneficios de los dueños de los bancos y no del bolsillo de los clientes.
La otra medida para prevenir crisis financieras en el futuro es una mayor regulación y supervisión por parte de los gobiernos sobre el sistema financiero, especialmente sobre sus inversiones, lujos y préstamos.
La crisis financiera del año 2008 demostró: a) La débil supervisión y control de los gobiernos sobre el sistema financiero, b) La insuficiencia de las reservas de capital y de liquidez, c) La absoluta discrecionalidad de los banqueros para decidir las inversiones y el uso de los fondos de sus clientes y d) El alto nivel de remuneraciones de los ejecutivos de los bancos quebrados.
La reducción del gasto público y el aumento de las tasas de interés para préstamos es un camino seguro hacia la recesión, el desempleo y la pobreza. El problema es que ese es el camino escogido por los gobiernos para atender la situación actual; algo simplemente increíble. 

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