jueves, 9 de julio de 2015

100 bolívares por dólar sería la tasa de cambio si se aplica en Venezuela el Índice Big Mac

Índice
  1. Introducción
  2. ¿Qué significan estas cifras?
  3. Los precios de los productos no regulados se cotizan al precio de la divisa en que se cotiza el Big Mac
  4. El problema mayor es con el precio de los productos regulados
  5. Precios internacionales pero salarios nacionales
  6. Salario mínimo e Índice Big Mac en otros países de América Latina
  7. ¿Por qué fracasó el Bolívar Fuerte?
  8. La solución para Venezuela
  9. Cómo adaptar la nueva escala de salarios a los precios sin generar inflación
  10. ¿A cuánto por dólar se debe convertir la masa monetaria actual para crear la nueva moneda?
  11. La transición al Bolívar Oro

1.      Introducción

El precio de un Big Mac en Venezuela en julio del 2015 es de 485 bolívares. En Estados Unidos el precio de ese mismo Big Mac para enero del 2015 era de 4,79 dólares. Aplicando el Principio de la Paridad del Poder Adquisitivo podríamos afirmar, en consecuencia, que a una tasa de 100 bolívares por dólar 485 bolívares equivaldrían aproximadamente a 4,79 dólares. En efecto, si usted divide 485 bolívares entre una tasa de cambio de 100 bolívares por dólar obtendría que el precio equivalente del Big Mac en Venezuela sería de 4,85 dólares, cifra muy similar a la de Estados Unidos.
Índice Big Mac

2.      ¿Qué significan estas cifras?

Bueno, simplemente que el mercado venezolano está buscando el precio natural de las cosas. Y el precio de 485 bolívares por un Big Mac en Venezuela a la tasa de cambio de 100 bolívares por dólar concuerda con el precio en  Estados Unidos que es de 4,79 dólares. Es decir, que 485 bolívares equivalen en el mercado venezolano a aproximadamente  4,79 dólares. Todo esto significa que existe una coincidencia entre el precio natural de mercado y el precio del Big Mac en Venezuela. Esa es la realidad.

3.      Los precios de los productos no regulados se cotizan al precio de la divisa en que se cotiza el Big Mac

En las últimas semanas del mes de junio 2015 y ahora, primeros días del mes de julio, en Venezuela, el precio de un alimento fundamental, como la carne, se ubicó en 1000 bolívares por kilo en promedio. Si aplicamos la tasa de cambio de 100 bolívares por dólar, la misma que se aplica al Big Mac, nos encontraríamos que un kilo de carne tiene un precio promedio de 10 dólares, 1000Bs/100 = $ 10. Igual pasa con otros productos como el queso blanco que se cotizan en estos momentos a 800 bolívares por kilo, lo cual significaría que su precio es de 8 dólares por kilo 800Bs/100 = $ 8 aplicando la misma fórmula anterior. Estos precios ponen en evidencia que el mercado se ha ido ajustando al precio que considera natural el cual, en estos momentos, es de 100 bolívares por dólar. El otro precio del dólar, el que promueve una página web desde fuera de Venezuela, es simplemente una especulación interesada en llevar la economía venezolana al caos y destruirla. Es, pues, un precio sin ninguna base racional ni lógica.

4.      El problema mayor es con el precio de los productos regulados

Un producto esencial en Venezuela, como la harina de maíz, tiene en este momento, julio 2015, un precio regulado de 24,30 bolívares por kilo. Su usted divide 24,30/100 que es el precio natural del dólar en este momento, el resultado es 0,24 dólares por kilo.
Ahora bien, 0,24 dólares por kilo no es el precio de un kilo de harina de maíz internacionalmente. En México, por ejemplo, para el mes de julio 2014 el precio de un kilo de harina de maíz era de 9 pesos promedio, es decir de 0,57 dólares.
Para octubre 2014 el lector de un blog en Miami aseguraba que en esa ciudad el precio de la harina se ubicaba entre 1,60 y 1,90 dólares, mientras  el autor del blog lo ubicaba en 2,36 dólares. En Bogotá, según esa misma fuente, el precio de la harina era de 2,67 pesos, equivalente a 1,02 dólares.
Cabe destacar que los precios en México, Estados Unidos y Colombia son relativamente estables, por lo que podemos considerar como válidas las referencias de precio de los últimos meses antes citados.
De manera, pues, que a la hora de hacer una reforma en la economía a través de una nueva moneda un aspecto esencial sería el ajuste del precio de los productos regulados al precio internacional; en algunos casos esto podría implicar aumentos significativos. En el caso de la harina de maíz, como ya hemos visto, el nuevo precio, el precio internacional se ubicaría entre 1 y 2 dólares el kilo.

5.      Precios internacionales pero salarios nacionales

El grave problema para la realización de una reforma en la economía venezolana a través de la creación de una nueva moneda es el desbalance entre los precios que se han ido ajustando a los precios internacionales y los salarios que permanecen rezagados en la escala nacional de salarios. Existe un abismo entre la escala de precios y la escala de salarios.
El salario mínimo en Venezuela es de 7.400 bolívares. Pero como existen en el país cuatro tasas de cambio el gran perjudicado es el asalariado. El otro grave problema es que en los últimos tiempos se ha ido ajustando el salario mínimo pero no se han hecho ajustes apropiados en las escalas de salarios superiores, lo cual ha contribuido al empobrecimiento acelerado de los trabajadores que tienen remuneraciones superiores al salario mínimo.
7.400 bolívares a la tasa de cambio de 6,30 bolívares por dólar representa 1.174, 60 dólares, 39 dólares diarios; a la tasa de 12 bolívares 616,66 dólares, 20,53 dólares diarios; a la tasa Simadi de 200 bolívares 37 dólares, 1,23 dólares diarios y a la tasa especulativa libre de 500 bolívares, aproximado, 14,80 dólares mensuales, 0,49 dólares diarios. Eso significa que un trabajador venezolano, calculando su salario a la tasa oficial Sicad de 200 bolívares por dólar tendría que trabajar 4 días, a 1,23 dólares por día,  para poder comprar 1 Big Mac que vale 485 bolívares, más o menos el equivalente de 4,85 dólares.
Un salario de 7.400 bolívares mensuales con un precio de la carne de 1000 bolívares por kilo significa que con el salario mínimo se pueden adquirir sólo 7,4 kilos de carne al mes, 7.400/1000 sin hacer ningún otro gasto. Igual pasa con el queso blanco cuyo costo actual es de 800 bolívares, 7.400/800 igual a 9,25, es decir, que con el salario mínimo mensual sólo se pueden adquirir 9,25 kilos mensuales, sin hacer ningún otro gasto.

6.      Salario mínimo e Índice Big Mac en otros países de América Latina

Una referencia importante para el cálculo de lo que debería ser el salario mínimo y las subsiguientes escalas de salarios en Venezuela la podemos obtener de lo que pasa en otros países de la América Latina.
En Ecuador, por ejemplo, que es un país petrolero como Venezuela, el salario mínimo para este año 2015 es de 354 dólares mensuales, es decir, 11,80 dólares diarios y el precio de un Big Mac para enero 2015 era de 4,50 dólares. Esto significa que con su salario diario un trabajador ecuatoriano puede comprar 2 Big Mac.
En Panamá, para el año 2014 el salario mínimo se ubicaba entre 253,76 y 490,88 dólares, dependiendo del ramo de actividad económica, es decir, 8,43 o 16,33 dólares diarios y el precio de un Big Mac 5,79 dólares. Esto significa que con su salario diario un trabajador panameño puede comprar  1 o 3 Big Mac, dependiendo de su nivel.
En Colombia el salario mínimo para el año 2015 es de 350 dólares, es decir, 11,66 dólares diarios y el precio de un Big era de 7.900 pesos, equivalentes a 3,34 dólares. Esto significa que un trabajador colombiano con su salario diario puede comprar 3 Big Mac.
En México el salario mínimo para el 2015 es de 111 dólares mensuales, equivalentes a 3,70 dólares diarios y el precio de un Big Mac 49 pesos, equivalentes a  3,35 dólares. Esto significa que un trabajador mexicano con su salario diario no puede comprar un Big Mac porque no gana 3,70 dólares diarios sino sólo 3,35.
En Estados Unidos el salario mínimo está entre 7,25 y 15 dólares la hora, dependiendo de cada estado de la Unión y el precio de un Big Mac en 4,79 dólares. Esto significa que con una hora de trabajo un trabajador norteamericano puede comprar un Big Mac. Ello revela la diferencia de las remuneraciones y el poder de compra de los trabajadores en Estados Unidos y en los otros países.

7.      ¿Por qué fracasó el Bolívar Fuerte?

Esencialmente debido al control de cambio que colocó un importante impedimento a la entrada de capitales para la inversión en el país, el debilitamiento del sector agrícola debido a las expropiaciones tanto de fincas productivas como de empresas clave para el abastecimiento de insumos para la producción, el debilitamiento del sector industrial y las barreras para la importación de insumos. A ello se agregó la débil concertación con el sector privado de la economía para el establecimiento de precios que cubrieran los costos y beneficios del sector productivo, porque las empresas no pueden trabajar a pérdida ya que si se les obliga a hacerlo terminan cerrando sus puertas.
Las restricciones cambiarias provocaron la creación de un mercado paralelo de divisas que, a su vez, se convirtió en el marcador de precios en la economía, debido a la incapacidad del Estado para aportar todas las divisas necesarias para mantener e incrementar la producción. Este hecho provocó, en la práctica, una devaluación acumulada de gran magnitud que impulsó los precios de todos los bienes y servicios. Llegó un momento en que la devaluación acumulada alcanzó un punto en que el valor de la moneda se ha hecho irrecuperable y por ello la única solución viable es la creación de una nueva moneda y su correspondiente nueva escala de precios y salarios.

8.      La solución para Venezuela

Crear una nueva moneda y una nueva escala de precios y salarios es la salida apropiada. Ese fue el camino que escogieron los países que sufrieron la hiperinflación, entre ellos Alemania en los años 20 y las naciones de América Latina en los años 80 y 90 del siglo XX.
La nueva moneda que he propuesto desde 1996 y que llamado el Bolívar Oro, porque debe estar sustentada en el aumento de las reservas de oro y en una porción específica del valor monetario de las reservas petroleras, debería tener una paridad fija de 1 a 1 con el dólar de los Estados Unidos de América, ser de libre cambio y, adicionalmente, debe permitirse el uso libre del dólar como moneda alterna, de manera que usted podría pagar indistintamente en Bolívar Oro o en dólares.  La moneda nacional de curso legal con poder liberador ilimitado en Venezuela sería el Bolívar Oro, pero se debería reconocer también al dólar como instrumento de liberación ilimitado de deudas o pago.
Quiero asimismo dejar constancia que la idea que he propuesto del Bolívar Oro desde el año 1996, no tiene absolutamente nada que ver con el concepto de Bolívar Oro que otras personas han venido divulgando recientemente.

9.      Cómo adaptar la nueva escala de salarios a los precios sin generar inflación

Las escalas de precios de los bienes y servicios en Venezuela, como hemos demostrado con ejemplos claves en este trabajo, están prácticamente adaptadas al precio internacional. Una buena prueba en esa materia es el precio del Big Mac, 485 bolívares, precio que a 100 bolívares por dólar representa 4,85 dólares, prácticamente el mismo precio que tiene el Big Mac en Estados Unidos. Los precios de alimentos claves como la carne, 10 dólares  y el queso, 8 dólares, en su equivalente a 100 bolívares por dólar también reflejan el precio internacional.
Ya hemos visto los niveles de salario en otros países de la América Latina. Ahora bien, la pregunta clave en Venezuela es lo referente a los nuevos salarios porque habría que adaptarlos a la  escala internacional sin generar inflación.
¿Cuál es el nivel de salarios que puede pagar, a precios internacionales, la economía venezolana a sus trabajadores?
La respuesta a esa pregunta es una materia que requeriría del consenso entre los tres grandes actores de la producción, el Estado, el empresariado y los trabajadores.

10.  ¿A cuánto por dólar se debe convertir la masa monetaria actual para crear la nueva moneda?

La liquidez monetaria para el 8 de mayo 2015 era de 2.294.747.816 millones de bolívares. Dividiendo esa cantidad entre una tasa de cambio de 100 bolívares por dólar representaría 22.947.478 millones de dólares. Venezuela, con sus reservas de oro y petróleo supera ampliamente esa cantidad de dólares. De hecho, siempre fue así. De manera que Venezuela perfectamente podría sustituir la moneda actual por una nueva moneda con un respaldo en dólares muy superior a la cifra antes mencionada, si se incorporaran nuevas reservas de oro y el valor monetario en dólares, concreto, específico, de una parte de las reservas de petróleo.

11.  La transición al Bolívar Oro

La transición del bolívar fuerte actual a la nueva moneda el Bolívar Oro en relación 1 a 1 con el dólar es lo más complejo. Si aplicáramos el Índice Big Mac, se trataría de  dividir entre 100, es decir, de quitarle dos ceros a la moneda actual para igualarla al dólar. Pero ello implicaría la necesidad de establecer una nueva escala de precios y salarios, especialmente de estos últimos, ya que como se ha probado suficientemente en este trabajo, los precios de los bienes y servicios si se han ido ajustando a la escala internacional de precios en base a la paridad de 100 bolívares por dólar.
Habría que ponerle fecha concreta a la entrada en vigencia de la nueva moneda y, mientras tanto, realizar los preparativos correspondientes, es decir, elaborar el nuevo cono monetario y proceder a una fecha determinada a la liberación total del mercado mediante la eliminación del control de cambio para, de esa manera, atraer nuevos capitales al país. Simultáneamente, tendrían que adoptarse medidas para garantizar la inversión privada y la libertad de comercio con el mayor sentido del equilibrio, es decir, libertad de comercio sin abuso y sin perjudicar al consumidor.
Al momento de entrar en vigencia la nueva moneda entrarían en vigencia las nuevas escalas de precios y salarios adaptadas a los precios internacionales, es decir, adaptadas a los precios en dólares. Tendría, pues, que haber abundancia de Bolívares Oro y dólares para atender la realidad del mercado. Pienso que la liberación de las restricciones cambiarias atraería un importante volumen de inversión en dólares. Dejo constancia que conozco tanto el planteamiento de Nicolás Oresme como la tesis de Thomas Gresham.
El tiempo de la transición de una etapa a la otra, es decir, de la moneda vieja a la moneda nueva, obviamente es un tiempo difícil que requeriría de la colaboración y buena fue de todos los agentes económicos y de la población.
Venezuela ya pasó por el proceso de creación de una nueva moneda en el año 2008, el bolívar fuerte que, sin embargo, no dio los resultados esperados sino lo opuesto. Una segunda oportunidad es posible si se aprende de los errores cometidos en el pasado lejano y reciente.
Crear una nueva moneda y una nueva realidad económica es un reto no sólo a la imaginación y capacidad de trabajo de la dirigencia del país sino, en el caso de Venezuela, algo ineludible, dada la difícil crisis económica del presente. Estas reflexiones son sólo el cumplimiento de un deber ciudadano para con el país.











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