jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Son las protestas mundiales los primeros signos del fin del capitalismo?

Índice

1. Introducción
2. Antecedentes históricos
3. Efectos de la crisis financiera 2008
4. ¿Por qué el capitalismo ha sobrevivido y el comunismo no?
5. Consecuencias de las grandes crisis económicas
6. ¿Está el mundo a las puertas de una nueva revolución de influencia global?
7. ¿Podrán los manifestantes crear una nueva referencia política en Estados Unidos?
8. La profecía de Marx
9. Posición de la Iglesia Católica respecto a la crisis global
10. Conclusión

1. Introducción
Primero que todo quisiera poner en relieve que estoy haciendo este análisis, objetivamente, desde un punto de vista estrictamente académico. La intensidad y magnitud de las protestas contra la banca y el sistema económico han causado una gran sorpresa a la mayoría de la gente. Es algo increíble que un movimiento de esas características hubiese surgido en las más importantes naciones capitalistas, especialmente en Estados Unidos e Inglaterra, la cuna del capitalismo moderno.

Los políticos y los banqueros no pudieron prever la actitud de la gente, porque en el pasado la población aceptó con resignación los efectos de anteriores crisis económicas y financieras; pero en esta oportunidad no. La primera chispa apareció en Madrid donde miles de ciudadanos provenientes de las más importantes ciudades de España ocuparon la emblemática Puerta del Sol y otros lugares de la capital durante días, protestando contra el desempleo, los abusos del capitalismo, políticos que no representan a los ciudadanos, corrupción y la política económica del gobierno, el cual redujo el gasto público en actividades esenciales como salud y educación provocando un mayor desempleo. El movimiento de protesta expandió su ejemplo hacia Estados Unidos, Europa, Medio Oriente, Asia y Australia, en diferentes grados de intensidad. El reclamo común ha sido hacia la actitud de los banqueros y el sistema económico de injusticia.

2. Antecedentes históricos
Hace algún tiempo leí que la Gran Depresión de los años 20 y 30 colocó al capitalismo norteamericano al borde del fin, porque la gente común, millones de desempleados, comenzaron a preguntarse cuáles eran los beneficios que se derivaban del sistema. Afortunadamente, el Presidente Franklyn D. Roosevelt (1933-1945) comprendió la realidad de ese momento histórico y adoptó las ideas del brillante economista John Maynard Keynes. Esas ideas salvaron al capitalismo en Estados Unidos y en el resto del mundo. Mientras los economistas ortodoxos promovían la austeridad, Keynes defendía la tesis opuesta, es decir, el empleo del gasto publico para reanimar la economía, crear empleo e incrementar la producción; la fórmula de Keynes fue exitosa durante los siguientes 30 años hasta la década de los años setenta del siglo XX; de hecho, esos 30 años son conocidos como la Edad de Keynes. (1)

Ese período de estabilidad y progreso entre los años 40 y 70 se quebró a mediados de los años 70, como consecuencia de los ilimitados deseos de enriquecimiento de algunos banqueros; ellos provocaron una crisis monetaria y financiera para favorecer a Alemania y su moneda, el marco. Grandes cantidades de dinero fluyeron hacia Alemania atraídas por las mejores tasas de interés; en ese momento, el dólar de los Estados Unidos sufrió su primera devaluación (1971); esto ocurrió en tiempos del Presidente Richard Nixon. Luego llegó la crisis petrolera y el precio del petróleo se multiplicó por 10 para el año 1974. Este hecho cambiaría para siempre las relaciones económicas internacionales. (2)

El fantasma de la inflación apareció de nuevo en el escenario mundial y las recetas económicas ortodoxas comenzaron a ganar espacio una vez más. Primero fueron los llamados Chicago Boys y Milton Friedman, quien resucitó la Teoría Cuantitativa del Dinero. Dos palabras surgieron entonces: Neoliberalismo y Globalización. Estas ideas fueron aceptadas por la Primer Ministro de Gran Bretaña, Margaret Thachter y después por el Presidente de Estados Unidos, Ronald Regan. El modelo fue impuesto al resto de los países a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. La amenaza era muy simple: si usted no acepta las condiciones usted no puede tener acceso a nuevos préstamos ni a refinanciar su deuda. La mayoría de los países en desarrollo tenían entonces y tienen actualmente grandes deudas. Obviamente, ellos fueron forzados a aceptar la nueva política impuesta por los organismos internacionales antes señalados y allí comenzó para los países en desarrollo un nuevo Calvario. La medicina fue peor que la enfermedad y los resultados de la nueva política fueron la reducción del gasto público en salud, educación y otras actividades esenciales, más desempleo, mayor concentración de la riqueza en pocas manos, más inflación, tasas de interés de usura, privatización de los servicios públicos y de las empresas públicas más rentables; esta es la misma fórmula que le está siendo aplicada ahora a Grecia, Portugal, España e Italia.

En Latinoamérica, fueron desastrosos los efectos de la política neoliberal y de globalización desarrollada en los años 80 y 90. Como consecuencia de esas políticas, los partidos de izquierda ganaron las elecciones en los países más grandes del continente: Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Dominica, Honduras, El Salvador y Nicaragua, mientras que en México la izquierda se convirtió en una importante fuerza política que casi gana las últimas elecciones.

3. Efectos de la crisis financiera 2008
Los Estados Unidos pudieron dominar las crisis financieras del pasado aplicando severas medidas de control gubernamental sobre la economía. Por ejemplo, ese fue el camino escogido para superar la Gran Depresión y luego la crisis de devaluación del año 1971. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Inglaterra siguió una política similar y adoptó severas medidas de control sobre precios, salarios, comercio internacional y moneda, entre otras, con el objetivo de evitar la inflación y recuperar la economía. (3)

En el año 2008, el gobierno de Estados Unidos controló buena parte del sistema financiero de ese país. El gobierno proporcionó recursos financieros a los bancos y aseguradoras en bancarrota, recursos que no siempre fueron utilizados en forma correcta. Por ejemplo, algunos banqueros emplearon el dinero público para su propio beneficio y no honraron los compromisos con el público. Miles de millones de dólares fueron dados a las instituciones financieras y esto contribuyó a aumentar el déficit fiscal de esa nación. Pero lo peor es que para resolver el problema del déficit fiscal, el gobierno del Presidente Barack Obama ha sido obligado por el Congreso a aplicar un programa de restricción del gasto público. Estas restricciones han provocado agrias protestas en el país. El desempleo creció y miles de familias perdieron sus hogares, mientras los banqueros conservan sus fortunas y privilegios. Esta clase de hechos provocaron el nacimiento del movimiento Occupy Wall Street, que se extiende por el resto de Estados Unidos y el mundo. La gente común no puede comprender la ayuda dada a los banqueros y las restricciones impuestas a la clase media y a los pobres.

En Europa las protestas son aún más intensas, especialmente en Grecia que comenzó a ingerir la parte más amarga de la medicina. Italia, Portugal y España van por el mismo camino y es muy probable que los gobiernos de esos países no puedan continuar en el poder a corto o mediano plazo, debido a la presión de la población.

4. ¿Por qué el capitalismo ha sobrevivido y el comunismo no?
La respuesta es muy simple: porque el capitalismo ha sido capaz de adoptar medidas propias de su oponente histórico y conceptual, el socialismo, para superar las crisis y volver luego a la normalidad. Explicaré más: por ejemplo, las medidas de política adoptadas por el Presidente Franklyn D. Roosevelt en su New Deal, eran medidas intervencionistas, propias del modelo socialista. El Presidente y el Estado, asumieron temporalmente el control de la economía real y, especialmente, de la economía financiera. En publicaciones anteriores he hecho una relación al detalle de esas medidas. Así pues, que el capitalismo ha sido capaz de comprender y adaptarse a los cambios de cada momento histórico y por eso ha sobrevivido hasta ahora.

En cambio, el comunismo empleó una manera ortodoxa, inflexible de enfocar la economía y por eso la Unión Soviética desapareció. Los líderes comunistas soviéticos no fueron capaces de dar un mínimo de libertad y un mínimo de libre mercado a sus pueblos y esa fue la causa principal del fin del comunismo. Por el contrario, los líderes comunistas chinos han aplicado medidas propias de su antagonista histórico y conceptual, el capitalismo, y por eso el régimen comunista chino ha sobrevivido. Hoy en día, en China coexisten el capitalismo y el comunismo, algo contradictorio e increíble apenas dos décadas atrás. Este hecho revela que la realidad económica y los intereses económicos de los dueños del poder están por encima de las ideologías.

En un ensayo publicado sobre el tema, escribí hace algún tiempo que la vacuna es obtenida de los gérmenes de la enfermedad y la vacuna para evitar el comunismo y/o el socialismo extremo es una pequeña dosis de socialismo. Las sociedades democráticas y capitalistas deberían aplicar una pequeña dosis de socialismo si quieren preservar su sistema político y económico. Por ejemplo, el sistema de economía mixta, es el sistema que existe en las sociedades más avanzadas del mundo: los países nórdicos. Hace algunos meses, el Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, reconocía que el Estado debe tener una mayor injerencia y control sobre el sistema financiero para evitar las grandes catástrofes como la ocurrida en el año 2008 y cuyos efectos están aún presentes.

5. Consecuencias de las grandes crisis económicas
El destacado economista y Premio Nobel Paul Anthony Samuelson (1915-2009), escribió en su Curso de Economía Moderna, que la Segunda Guerra Mundial fue una consecuencia directa de la crisis económica que en esos años afectó al mundo y específicamente del alto nivel de desempleo, porque esos fenómenos contribuyeron para que hombres como Benito Mussolini y Adolf Hitler alcanzaran el poder. (4)

Pobres y ricos existen y existirán por siempre. El problema surge cuando los gobiernos afectan las necesidades básicas de la gente; por ejemplo, si usted reduce los salarios o las pensiones, si usted reduce la cobertura de los servicios de salud, educación, transporte, entre otros asuntos esenciales, si usted otorga todos los beneficios a los bancos pero la gente no puede comprar una vivienda o pierde su casa debido a las altas tasas de interés, bien, en esos casos la población reacciona agriamente. La historia enseña que la injusticia es la causa de las revoluciones. Las dos grandes revoluciones políticas del mundo moderno, la Revolución Francesa (1789) y la Revolución Bolchevique (1917), fueron causadas por la injusta distribución de la riqueza y por el abuso de las monarquías. Como consecuencia de la Revolución Francesa los conceptos de libertad, democracia y libertad económica alcanzaron un importante lugar en el mundo; y como consecuencia de la Revolución Bolchevique el comunismo dominó la mitad del mundo desde 1917 hasta 1989, cuando ocurrió la desaparición de la Unión Soviética y la caída el Muro de Berlín.

6. ¿Está el mundo a las puertas de una nueva revolución de influencia global?
Nadie puede predecir qué pasará. Sólo podemos observar los signos y los síntomas del presente y pensar en hipótesis y escenarios que podrían ocurrir o no. Un hecho si es cierto: las protestas en los Estados Unidos contra el sistema económico y contra el sistema financiero son algo sin precedentes. Ciudades como Washington, New York, Oakland y Chicago son escenario recurrente de manifestaciones. Lo mismo ocurrió en Israel en los meses de septiembre y octubre 2011, donde la gente ocupó las calles por semanas protestando contra los bancos, la inflación y la falta de viviendas. Eso es simplemente increíble. Pero protestas similares han ocurrido en ciudades como Londres, Paris, Cannes, Roma, Bruselas, Madrid, Frankfurt ---alrededor del Banco Central Europeo--- Atenas y Tokio; también en Australia y en decenas de ciudades en otras partes del mundo.

Los políticos ortodoxos influenciados por los economistas ortodoxos determinarán el futuro del mundo; pero serán los políticos los que dirán la última palabra porque son ellos quienes tienen el poder político en sus manos. Si ellos insisten en programas ortodoxos de austeridad como los desarrollados en Latinoamérica en los años 80 y 90, programa que quieren aplicarle ahora a Europa, es muy probable que se produzca un profundo cambio político y económico en el mundo, porque la población no resistirá tantas restricciones. El programa de austeridad es simplemente insostenible desde el punto de vista político. Los gobiernos que insistan en ese programa no tienen posibilidades reales de mantenerse en el poder. Esto ya ocurrió en Latinoamérica en los años 80 y 90. En Europa la situación será más radical. Podríamos suponer que los disturbios de Londres, Atenas y Roma de octubre 2011, fueron sólo el comienzo.

Mientras tanto, el 31 de octubre 2011, el Primer Ministro de Grecia, Giorgos Papandreou, anunció un cambio en la forma que hasta ese día había seguido el gobierno griego en relación a la deuda y las imposiciones del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comunidad Europea. Papandreou dijo que llamaría a un referéndum para que el pueblo griego decida si aprueba o rechaza las políticas respecto a la deuda. Este referéndum podría representar el fin del actual gobierno griego y un duro golpe para el euro.

Los líderes políticos de la Comunidad Europea, especialmente los de Alemania y Francia, quizás podrían comprender esta verdad y por eso quizás podrían suavizar sus pretensiones iniciales respecto a la deuda de Grecia, España, Portugal e Italia; los hechos están demostrando que el programa de austeridad impuesto a esos países podría provocar la caída de sus gobiernos y también de la eurozona.

7. ¿Podrán los manifestantes crear una nueva referencia política en Estados Unidos?
En los Estados Unidos la situación es diferente y más difícil. Hasta ahora las autoridades de New York han tolerado la presencia de manifestantes en un parque cercano a Wall Street; ellos saben que llegará el día cuando la protesta concluya por efecto del cansancio. En otros estados como California la policía usó la violencia. Pero si el movimiento no encuentra un nuevo canal de expresión dentro de los propios partidos políticos de ese país, Republicanos y Demócratas, y/o si el movimiento no es capaz de crear una tercera opción política diferente a los partidos existentes, es muy probable que la protesta se desvanezca.

¿Está la sociedad norteamericana preparada para crear un nuevo movimiento político, una tercera opción política basada en las aspiraciones de los manifestantes?

Esa es la pregunta clave.

Si la respuesta es si, entonces en ese país podría estar comenzando un importante cambio político, social y económico; si la respuesta es no, entonces el status quo permanecerá inalterable.

8. La profecía de Marx
Karl Marx dijo que el capitalismo contiene los gérmenes de su propia destrucción. Pero el no pudo prever la capacidad de renovación de los sistemas políticos, su capacidad de adaptación a nuevas circunstancias. Por ejemplo, Marx nunca pudo pensar que comunismo y capitalismo podrían convivir, como coexisten actualmente en China.

Sin embargo, la más importante lección es la lección creada por el propio sistema Marxista de pensamiento acerca de la evolución permanente; efectivamente, la realidad ha demostrado que las cosas cambian constantemente y que en los procesos políticos, económicos y sociales nada es eterno.

Por otra parte, es necesario destacar que en las últimas décadas algunos políticos y líderes capitalistas han hecho algo absolutamente contradictorio para la estabilidad del capitalismo: debido a su terquedad ellos han hecho importantes esfuerzos para acabar con el sistema capitalista. El más efectivo esfuerzo en ese sentido, ha sido su decisión de imponer el programa neoliberal de austeridad y globalización a las naciones del mundo. No obstante ello, el régimen capitalista ha podido sobrevivir hasta ahora.

Si los políticos ortodoxos y los líderes capitalistas, especialmente los banqueros, no son capaces de comprender la nueva realidad del mundo podrían sufrir el mismo destino de los líderes soviéticos, quienes en su momento no pudieron ver el profundo cambio que estaba ocurriendo en la Unión Soviética. Por eso desapareció la Unión Soviética. Contradicciones: Marx predijo el fin del capitalismo que, sin embargo aún está vivo, pero no pudo prever la desaparición del comunismo como en efecto ocurrió en la Unión Soviética.

9. La posición de la Iglesia Católica
El martes 1 de noviembre 2011, en la Ciudad del Vaticano, el Consejo Pontificio de Justicia y Paz publicó el documento intitulado Hacia una Reforma del Sistema Financiero y Monetario Internacional en el Contexto de una Autoridad Pública Global. Seguidamente reproducimos algunos de sus más importantes conceptos:

“¿Pero qué es lo que ha impulsado al mundo en esta dirección extremadamente problemática incluso para la paz?

Ante todo, un liberalismo económico sin reglas y sin supervisión. Se trata de una ideología, de una forma de «apriorismo económico», que pretende tomar de la teoría las leyes del funcionamiento del mercado y las denominadas leyes del desarrollo capitalista, exagerando algunos de sus aspectos. Una ideología económica que establezca a priori las leyes del funcionamiento del mercado y del desarrollo económico, sin confrontarse con la realidad, corre el peligro de convertirse en un instrumento subordinado a los intereses de los Países que ya gozan, de hecho, de una posición de mayores ventajas económicas y financieras.

A la base de las disparidades y de las distorsiones del desarrollo capitalista, se encuentra en gran parte, además de la ideología del liberalismo económico, la ideología utilitarista, es decir la impostación teórico-práctica según la cual «lo que es útil para el individuo conduce al bien de la comunidad». Es necesario notar que una «máxima» semejante, contiene un fondo de verdad, pero no se puede ignorar que no siempre lo que es útil individualmente, aunque sea legítimo, favorece el bien común. En más de una ocasión es necesario un espíritu de solidaridad que trascienda la utilidad personal por el bien de la comunidad.

En los años veinte del siglo pasado, algunos economistas ya habían puesto en guardia para que no se diera crédito excesivamente, en ausencia de reglas y controles, a esas teorías, que hoy se han transformado en ideologías y praxis dominantes a nivel internacional.

Un efecto devastante de estas ideologías, sobre todo en las últimas décadas del siglo pasado y en los primeros años del nuevo siglo, ha sido la explosión de la crisis, en la que aún se encuentra sumergido el mundo.

El mismo Benedicto XVI, en el surco trazado por la Pacem in terris, ha expresado la necesidad de constituir una Autoridad política mundial. Dicha necesidad se presenta además evidente, si se piensa que la agenda de cuestiones a tratar a nivel global se hace cada vez más amplia. Piénsese, por ejemplo, en la paz y la seguridad; en el desarme y el control de armamentos; en la promoción y la tutela de los derechos humanos fundamentales; en el gobierno de la economía y en las políticas de desarrollo; en la gestión de los flujos migratorios y en la seguridad alimentaria; en la tutela del medio ambiente. En todos esos campos, resulta cada vez más evidente la creciente interdependencia entre los Estados y las regiones del mundo, y la necesidad de respuestas, no sólo sectoriales y aisladas, sino sistemáticas e integradas, inspiradas por la solidaridad y por la subsidiaridad, y orientadas hacia el bien común universal.” Fin de las citas.

10. Conclusión
Las actuales protestas son signos del despertar de la población mundial; algo sin precedentes para las grandes naciones capitalistas. El proceso, quizás si, quizás no, podría motivar la reflexión en las élites que tienen el poder en sus manos. Pero, en cualquier caso, los hechos demuestran una nueva realidad: una mayor conciencia de la población, de la gente común, en relación a la situación económica y el papel que cada quien, individual y socialmente, puede desempeñar para mejorar su calidad de vida y cambiar la realidad política y económica.

El capitalismo, como sistema, está enfrentando su más severa crisis: el modelo capitalista de acumulación permanente en muy pocas manos está colapsando; la mayoría de la gente está reaccionando contra ese modelo y esto podría provocar un profundo cambio político y económico en el mundo.

(1) (2)(3), Pablo Rafael González. Apreciación Crítica de la Política Monetaria, el Bolívar Oro. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas, 2007, Páginas 31-35, 52, 124-127.

(4), Pablo Rafael González. Una Idea Concreta para Combatir la Desocupación, la Doble Jornada y la Media Jornada. Segunda Edición. Book Surge Publishing, South Carolina. USA, 2006. Página 8.

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