Índice
- Introducción
- ¿Qué
significan estas cifras?
- Los
precios de los productos no regulados se cotizan al precio de la divisa en
que se cotiza el Big Mac
- El
problema mayor es con el precio de los productos regulados
- Precios
internacionales pero salarios nacionales
- Salario
mínimo e Índice Big Mac en otros países de América Latina
- ¿Por
qué fracasó el Bolívar Fuerte?
- La
solución para Venezuela
- Cómo
adaptar la nueva escala de salarios a los precios sin generar inflación
- ¿A
cuánto por dólar se debe convertir la masa monetaria actual para crear la
nueva moneda?
- La
transición al Bolívar Oro
1. Introducción
El precio de un Big Mac
en Venezuela en julio del 2015 es de 485 bolívares. En Estados Unidos el precio
de ese mismo Big Mac para enero del 2015 era de 4,79 dólares. Aplicando el
Principio de la Paridad del Poder Adquisitivo podríamos afirmar, en
consecuencia, que a una tasa de 100 bolívares por dólar 485 bolívares
equivaldrían aproximadamente a 4,79 dólares. En efecto, si usted divide 485
bolívares entre una tasa de cambio de 100 bolívares por dólar obtendría que el
precio equivalente del Big Mac en Venezuela sería de 4,85 dólares, cifra muy
similar a la de Estados Unidos.
Índice
Big Mac
2. ¿Qué significan estas cifras?
Bueno, simplemente que
el mercado venezolano está buscando el precio natural de las cosas. Y el precio
de 485 bolívares por un Big Mac en Venezuela a la tasa de cambio de 100
bolívares por dólar concuerda con el precio en Estados Unidos que es de 4,79 dólares. Es
decir, que 485 bolívares equivalen en el mercado venezolano a aproximadamente 4,79 dólares. Todo esto significa que existe
una coincidencia entre el precio natural de mercado y el precio del Big Mac en
Venezuela. Esa es la realidad.
3. Los precios de los productos no
regulados se cotizan al precio de la divisa en que se cotiza el Big Mac
En las últimas semanas
del mes de junio 2015 y ahora, primeros días del mes de julio, en Venezuela, el
precio de un alimento fundamental, como la carne, se ubicó en 1000 bolívares por
kilo en promedio. Si aplicamos la tasa de cambio de 100 bolívares por dólar, la
misma que se aplica al Big Mac, nos encontraríamos que un kilo de carne tiene
un precio promedio de 10 dólares, 1000Bs/100 = $ 10. Igual pasa con otros
productos como el queso blanco que se cotizan en estos momentos a 800 bolívares
por kilo, lo cual significaría que su precio es de 8 dólares por kilo 800Bs/100
= $ 8 aplicando la misma fórmula anterior. Estos precios ponen en evidencia que
el mercado se ha ido ajustando al precio que considera natural el cual, en
estos momentos, es de 100 bolívares por dólar. El otro precio del dólar, el que
promueve una página web desde fuera de Venezuela, es simplemente una
especulación interesada en llevar la economía venezolana al caos y destruirla.
Es, pues, un precio sin ninguna base racional ni lógica.
4. El problema mayor es con el precio
de los productos regulados
Un producto esencial en
Venezuela, como la harina de maíz, tiene en este momento, julio 2015, un precio
regulado de 24,30 bolívares por kilo. Su usted divide 24,30/100 que es el
precio natural del dólar en este momento, el resultado es 0,24 dólares por
kilo.
Ahora bien, 0,24
dólares por kilo no es el precio de un kilo de harina de maíz
internacionalmente. En México, por ejemplo, para el mes de julio 2014 el precio
de un kilo de harina de maíz era de 9 pesos promedio, es decir de 0,57 dólares.
Para octubre 2014 el
lector de un blog en Miami aseguraba que en esa ciudad el precio de la harina
se ubicaba entre 1,60 y 1,90 dólares, mientras
el autor del blog lo ubicaba en 2,36 dólares. En Bogotá, según esa misma
fuente, el precio de la harina era de 2,67 pesos, equivalente a 1,02 dólares.
Cabe destacar que los
precios en México, Estados Unidos y Colombia son relativamente estables, por lo
que podemos considerar como válidas las referencias de precio de los últimos
meses antes citados.
De manera, pues, que a
la hora de hacer una reforma en la economía a través de una nueva moneda un
aspecto esencial sería el ajuste del precio de los productos regulados al
precio internacional; en algunos casos esto podría implicar aumentos
significativos. En el caso de la harina de maíz, como ya hemos visto, el nuevo
precio, el precio internacional se ubicaría entre 1 y 2 dólares el kilo.
5. Precios internacionales pero
salarios nacionales
El grave problema para
la realización de una reforma en la economía venezolana a través de la creación
de una nueva moneda es el desbalance entre los precios que se han ido ajustando
a los precios internacionales y los salarios que permanecen rezagados en la
escala nacional de salarios. Existe un abismo entre la escala de precios y la
escala de salarios.
El salario mínimo en
Venezuela es de 7.400 bolívares. Pero como existen en el país cuatro tasas de
cambio el gran perjudicado es el asalariado. El otro grave problema es que en
los últimos tiempos se ha ido ajustando el salario mínimo pero no se han hecho
ajustes apropiados en las escalas de salarios superiores, lo cual ha
contribuido al empobrecimiento acelerado de los trabajadores que tienen remuneraciones
superiores al salario mínimo.
7.400 bolívares a la
tasa de cambio de 6,30 bolívares por dólar representa 1.174, 60 dólares, 39
dólares diarios; a la tasa de 12 bolívares 616,66 dólares, 20,53 dólares
diarios; a la tasa Simadi de 200 bolívares 37 dólares, 1,23 dólares diarios y a
la tasa especulativa libre de 500 bolívares, aproximado, 14,80 dólares
mensuales, 0,49 dólares diarios. Eso significa que un trabajador venezolano,
calculando su salario a la tasa oficial Sicad de 200 bolívares por dólar
tendría que trabajar 4 días, a 1,23 dólares por día, para poder comprar 1 Big Mac que vale 485
bolívares, más o menos el equivalente de 4,85 dólares.
Un salario de 7.400
bolívares mensuales con un precio de la carne de 1000 bolívares por kilo
significa que con el salario mínimo se pueden adquirir sólo 7,4 kilos de carne
al mes, 7.400/1000 sin hacer ningún otro gasto. Igual pasa con el queso blanco
cuyo costo actual es de 800 bolívares, 7.400/800 igual a 9,25, es decir, que
con el salario mínimo mensual sólo se pueden adquirir 9,25 kilos mensuales, sin
hacer ningún otro gasto.
6. Salario mínimo e Índice Big Mac en
otros países de América Latina
Una referencia
importante para el cálculo de lo que debería ser el salario mínimo y las
subsiguientes escalas de salarios en Venezuela la podemos obtener de lo que
pasa en otros países de la América Latina.
En Ecuador, por
ejemplo, que es un país petrolero como Venezuela, el salario mínimo para este
año 2015 es de 354 dólares mensuales, es decir, 11,80 dólares diarios y el
precio de un Big Mac para enero 2015 era de 4,50 dólares. Esto significa que
con su salario diario un trabajador ecuatoriano puede comprar 2 Big Mac.
En Panamá, para el año
2014 el salario mínimo se ubicaba entre 253,76 y 490,88 dólares, dependiendo del
ramo de actividad económica, es decir, 8,43 o 16,33 dólares diarios y el precio
de un Big Mac 5,79 dólares. Esto significa que con su salario diario un
trabajador panameño puede comprar 1 o 3
Big Mac, dependiendo de su nivel.
http://profesionalespanama.net/nacionales/wp-content/uploads/2013/12/Salario-Minimo-Mensual-2014.pdf
En Colombia el salario
mínimo para el año 2015 es de 350 dólares, es decir, 11,66 dólares diarios y el
precio de un Big era de 7.900 pesos, equivalentes a 3,34 dólares. Esto significa
que un trabajador colombiano con su salario diario puede comprar 3 Big Mac.
En México el salario
mínimo para el 2015 es de 111 dólares mensuales, equivalentes a 3,70 dólares
diarios y el precio de un Big Mac 49 pesos, equivalentes a 3,35 dólares. Esto significa que un trabajador
mexicano con su salario diario no puede comprar un Big Mac porque no gana 3,70
dólares diarios sino sólo 3,35.
En Estados Unidos el
salario mínimo está entre 7,25 y 15 dólares la hora, dependiendo de cada estado
de la Unión y el precio de un Big Mac en 4,79 dólares. Esto significa que con
una hora de trabajo un trabajador norteamericano puede comprar un Big Mac. Ello
revela la diferencia de las remuneraciones y el poder de compra de los
trabajadores en Estados Unidos y en los otros países.
7. ¿Por qué fracasó el Bolívar Fuerte?
Esencialmente debido al
control de cambio que colocó un importante impedimento a la entrada de
capitales para la inversión en el país, el debilitamiento del sector agrícola
debido a las expropiaciones tanto de fincas productivas como de empresas clave
para el abastecimiento de insumos para la producción, el debilitamiento del
sector industrial y las barreras para la importación de insumos. A ello se
agregó la débil concertación con el sector privado de la economía para el
establecimiento de precios que cubrieran los costos y beneficios del sector
productivo, porque las empresas no pueden trabajar a pérdida ya que si se les
obliga a hacerlo terminan cerrando sus puertas.
Las restricciones
cambiarias provocaron la creación de un mercado paralelo de divisas que, a su
vez, se convirtió en el marcador de precios en la economía, debido a la
incapacidad del Estado para aportar todas las divisas necesarias para mantener
e incrementar la producción. Este hecho provocó, en la práctica, una devaluación
acumulada de gran magnitud que impulsó los precios de todos los bienes y servicios.
Llegó un momento en que la devaluación acumulada alcanzó un punto en que el
valor de la moneda se ha hecho irrecuperable y por ello la única solución
viable es la creación de una nueva moneda y su correspondiente nueva escala de
precios y salarios.
8. La solución para Venezuela
Crear una nueva moneda
y una nueva escala de precios y salarios es la salida apropiada. Ese fue el
camino que escogieron los países que sufrieron la hiperinflación, entre ellos
Alemania en los años 20 y las naciones de América Latina en los años 80 y 90
del siglo XX.
La nueva moneda que he
propuesto desde 1996 y que llamado el Bolívar Oro, porque debe estar sustentada
en el aumento de las reservas de oro y en una porción específica del valor
monetario de las reservas petroleras, debería tener una paridad fija de 1 a 1
con el dólar de los Estados Unidos de América, ser de libre cambio y,
adicionalmente, debe permitirse el uso libre del dólar como moneda alterna, de
manera que usted podría pagar indistintamente en Bolívar Oro o en dólares. La moneda nacional de curso legal con poder
liberador ilimitado en Venezuela sería el Bolívar Oro, pero se debería
reconocer también al dólar como instrumento de liberación ilimitado de deudas o
pago.
Quiero asimismo dejar
constancia que la idea que he propuesto del Bolívar Oro desde el año 1996, no
tiene absolutamente nada que ver con el concepto de Bolívar Oro que otras
personas han venido divulgando recientemente.
9. Cómo adaptar la nueva escala de
salarios a los precios sin generar inflación
Las escalas de precios
de los bienes y servicios en Venezuela, como hemos demostrado con ejemplos
claves en este trabajo, están prácticamente adaptadas al precio internacional.
Una buena prueba en esa materia es el precio del Big Mac, 485 bolívares, precio
que a 100 bolívares por dólar representa 4,85 dólares, prácticamente el mismo
precio que tiene el Big Mac en Estados Unidos. Los precios de alimentos claves
como la carne, 10 dólares y el queso, 8
dólares, en su equivalente a 100 bolívares por dólar también reflejan el precio
internacional.
Ya hemos visto los
niveles de salario en otros países de la América Latina. Ahora bien, la
pregunta clave en Venezuela es lo referente a los nuevos salarios porque habría
que adaptarlos a la escala internacional
sin generar inflación.
¿Cuál es el nivel de
salarios que puede pagar, a precios internacionales, la economía venezolana a
sus trabajadores?
La respuesta a esa
pregunta es una materia que requeriría del consenso entre los tres grandes
actores de la producción, el Estado, el empresariado y los trabajadores.
10. ¿A cuánto por dólar se debe
convertir la masa monetaria actual para crear la nueva moneda?
La
liquidez monetaria para el 8 de mayo 2015 era de 2.294.747.816 millones de bolívares.
Dividiendo esa cantidad entre una tasa de cambio de 100 bolívares por dólar representaría
22.947.478 millones de dólares. Venezuela, con sus reservas de oro y petróleo
supera ampliamente esa cantidad de dólares. De hecho, siempre fue así. De
manera que Venezuela perfectamente podría sustituir la moneda actual por una
nueva moneda con un respaldo en dólares muy superior a la cifra antes
mencionada, si se incorporaran nuevas reservas de oro y el valor monetario en
dólares, concreto, específico, de una parte de las reservas de petróleo.
11. La transición al Bolívar Oro
La transición del
bolívar fuerte actual a la nueva moneda el Bolívar Oro en relación 1 a 1 con el
dólar es lo más complejo. Si aplicáramos el Índice Big Mac, se trataría de dividir entre 100, es decir, de quitarle dos
ceros a la moneda actual para igualarla al dólar. Pero ello implicaría la
necesidad de establecer una nueva escala de precios y salarios, especialmente
de estos últimos, ya que como se ha probado suficientemente en este trabajo,
los precios de los bienes y servicios si se han ido ajustando a la escala
internacional de precios en base a la paridad de 100 bolívares por dólar.
Habría que ponerle
fecha concreta a la entrada en vigencia de la nueva moneda y, mientras tanto,
realizar los preparativos correspondientes, es decir, elaborar el nuevo cono
monetario y proceder a una fecha determinada a la liberación total del mercado mediante
la eliminación del control de cambio para, de esa manera, atraer nuevos capitales
al país. Simultáneamente, tendrían que adoptarse medidas para garantizar la
inversión privada y la libertad de comercio con el mayor sentido del
equilibrio, es decir, libertad de comercio sin abuso y sin perjudicar al consumidor.
Al momento de entrar en
vigencia la nueva moneda entrarían en vigencia las nuevas escalas de precios y
salarios adaptadas a los precios internacionales, es decir, adaptadas a los
precios en dólares. Tendría, pues, que haber abundancia de Bolívares Oro y dólares
para atender la realidad del mercado. Pienso que la liberación de las
restricciones cambiarias atraería un importante volumen de inversión en dólares.
Dejo constancia que conozco tanto el planteamiento de Nicolás Oresme como la
tesis de Thomas Gresham.
El tiempo de la
transición de una etapa a la otra, es decir, de la moneda vieja a la moneda
nueva, obviamente es un tiempo difícil que requeriría de la colaboración y
buena fue de todos los agentes económicos y de la población.
Venezuela ya pasó por
el proceso de creación de una nueva moneda en el año 2008, el bolívar fuerte
que, sin embargo, no dio los resultados esperados sino lo opuesto. Una segunda
oportunidad es posible si se aprende de los errores cometidos en el pasado
lejano y reciente.
Crear una nueva moneda
y una nueva realidad económica es un reto no sólo a la imaginación y capacidad
de trabajo de la dirigencia del país sino, en el caso de Venezuela, algo ineludible,
dada la difícil crisis económica del presente. Estas reflexiones son sólo el
cumplimiento de un deber ciudadano para con el país.