A continuación presento la versión en español del ensayo
intitulado Money is only metal and paper without intrinsic value, philosophy of money, publicado originalmente
el 26 de junio del 2011, para atender así a quienes gentilmente me han sugerido
hacerlo.
Índice- Presentación
- El valor del dinero
- Economía y dinero
- El oro y la plata tienen una utilidad limitada
- Capitalismo Financiero
- El agua y los alimentos serán los productos más
valorados
- Cambios en la economía monetaria
- La crisis financiera en las naciones en desarrollo
- Un país puede imprimir la cantidad de dinero que
necesita
- La cantidad de dinero no determina la inflación
- La crisis financiera en los países desarrollados
- Origen de la supremacía económica de Estados Unidos
- Los Estados Unidos no tienen límites para la emisión
de dólares
- Europa y el euro
- Ideas Monetarias de los grandes pensadores: Smith,
Ricardo y Marx
- 16. Conclusiones
- Presentación
En el futuro, los recursos naturales y no el dinero, serán
el instrumento más importante de valor. El agua, por ejemplo, tendrá un valor
monetario impensable para nosotros en estos momentos.
La mayoría de la población mundial todavía no tiene
conocimiento de la situación crítica de los recursos naturales y sus
consecuencias a mediano y largo plazo. La razón, tal vez, se debe a que los
efectos aún no son lo suficientemente perceptibles en los países desarrollados
y, por tanto, los medios de comunicación no dan la debida importancia al tema.
Ciertamente, la percepción de la realidad del mundo es completamente diferente
desde Nueva York, Londres o París, que la percepción desde los países en
desarrollo, donde la gente lucha cotidianamente por los recursos: la falta o
escasez de agua, alimentos, energía, otros bienes y servicios esenciales.
- El
valor del dinero
Las monedas y billetes que circulan en el mundo no tienen
un valor intrínseco. Son simplemente trozos de metal /o papel sin valor propio.
El único valor real del dinero es la confianza que la gente deposita en él como
medio de intercambio.
Al comienzo de los tiempos, el hombre empleaba el trueque
para sus actividades comerciales, pero el sistema no podía sobrevivir debido al
aumento y la complejidad del volumen de transacciones. Intercambiar bienes por
otros bienes era una tarea muy complicada porque el valor no se podía
fraccionar. La solución que encontraron
los seres humanos entonces fue emplear pedazos de metal como representación de
valor, pero este sistema tampoco fue efectivo y el hombre inventó la moneda de
metal. Esta, sin embargo, era fácil de falsificar por lo que se asignó a los
reyes el privilegio de su emisión (acuñación) para garantizar legalmente su
valor y calidad para evitar el fraude.
Durante la mayor parte de la historia la emisión de dinero
estuvo reservada a los monarcas, pero luego aparecieron los bancos privados que
comenzaron a compartir con los reyes y gobiernos la facultad de emitir dinero. David
Ricardo, en su libro Principios de
Economía Política y Tributación, (1817), Capítulo XXVII, de la Moneda y Bancos dice que:
“Desde que se fundaron los bancos, el Estado no tiene la
potestad exclusiva de acuñar o emitir moneda. La circulación puede ser
aumentada tanto por el papel como por las acuñaciones, de tal manera que si un
Estado fuera a debasar su moneda y limitara su cantidad, no podría sostener su
valor porque los bancos tendrían una potestad igual de aumentar el volumen
total de circulación.”
“De estos principios se desprende que no es necesario que
el papel moneda sea pagadero en especie para asegurar su valor; todo lo que se
necesita es que su cantidad sea regulada de acuerdo con el valor del metal
adoptado como patrón.” Fin de la citas.
- Economía
y dinero
En el tiempo, las monedas fueron evolucionando; primero
fueron de hierro, luego de cobre, plata y oro. Más tarde apareció el papel
moneda respaldado en las reservas de oro.
En la época del Imperio Romano el cobre fue el metal
empleado como dinero; en la Edad Media, en el período feudal también. La
situación comenzó a cambiar en la Edad Moderna, después del descubrimiento de
América en 1492, debido a que los invasores europeos arrasaron las reservas de
oro y plata del continente americano y llevaron esa fabulosa riqueza a Europa.
El descubrimiento de América provocó la Revolución
Comercial del siglo XVI, que ejercería una influencia importante en la
situación monetaria de Europa. La nueva riqueza en plata y oro llevada de
América a Europa cambió los patrones y costumbres económicas. Ambos metales comenzaron
a tener preeminencia consolidando su importancia como instrumentos de valor y cambio.
Entre los siglos XVI y XVII una nueva concepción político-económica
apareció en Europa, el Mercantilismo, filosofía que consideraba que la posesión
de metales preciosos y, específicamente el oro, era la base de la riqueza de
las naciones. El Mercantilismo propugnaba, además, dos ideas básicas: a) La
participación del Estado en la economía para garantizar el progreso de los
países y b) El superávit de la balanza
comercial para obtener la mayor ventaja económica.
Tres filósofos, entre otros, tuvieron una importante
participación en ese tiempo: Thomas Gresham (1519-1579), Thomas Mun (1571-1641)
y William Petty (1623-1687). Gresham es recordado por asegurar que la gente atesora las monedas de
mayor valor, como las de oro, para fundirlas y conservarlas en barras y por esa
razón quedan en circulación las monedas de menor valor; es idea fue bautizada
como la Ley de Gresham. Cabe destacar, sin embargo, que el concepto atribuido a
Gresham había sido expresado muchos años antes, en la Edad Media, por el padre
de la economía monetaria, Nicolás de Oresme (1320-1382).
El siglo XVII y
parte del siglo XVIII fue un período de transición, en el que se destacan los
nombres de grandes filósofos como John Locke (1623-1704), David Hume (1711- 1776)
y Jeremy Bentham (1748-1832).
A mediados del siglo XVIII apareció otra nueva tendencia
filosófica en Europa: la Fisiocracia, idea opuesta al Mercantilismo dominante
hasta entonces. Los fisiócratas pensaban
que la tierra y sus recursos, especialmente la agricultura, eran la base
de la riqueza de las naciones. Creían,
además, que la principal función del Estado era garantizar la propiedad y el
orden natural de la sociedad. El filósofo y médico francés Francoise Quesnay
(1694-1774) fue la figura más importante de esta tendencia. Quesnay escribió el
Tableau Economique en el año 1758, libro
en el que por primera vez se desarrolló un análisis completo de las interrelaciones
económicas, base de lo que se conoce hoy como econometría moderna.
En el siglo XVIII aparece la Economía Clásica, cuya figura
más relevante es Adam Smith, (1723-1790), quien
publicó su más importante obra Investigación
sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones en el año 1776.
Los otros grandes miembros de la Escuela Clásica son Thomas Malthus
(1766-1834), Jean B. Say (1767-1832) y David Ricardo (1772-1823).
En su libro, Adam Smith critica la influencia del Estado en
la economía y concede especial importancia a la nueva forma de producción que
ya había comenzado a surgir en Europa: la industria. La concepción liberal de
Smith es la antítesis del mercantilismo en lo referente al papel del Estado en
la economía y se opone también a las ideas fisiócratas respecto a la
agricultura como causa principal de la riqueza de las naciones. Smith cree que
el Estado debe limitar su actuación en lo económico y concentrarse en las
actividades de servicio público como la educación, la salud y la seguridad.
Tenía una visión ética de la vida y pese a estar en contra del intervencionismo
del Estado, estaba consciente de las tendencias especulativas de los
comerciantes.
Hay que subrayar que las diferentes tendencias de
pensamiento, los mercantilistas, los fisiócratas y los economistas clásicos coincidían en un
aspecto: reconocieron al oro como fuente de valor y base del sistema monetario.
Más tarde, Karl Marx, (1818-1883), el principal crítico del capitalismo,
reconocería también al oro como el instrumento de representación del valor y el
respaldo principal del dinero.
En la historia monetaria hay otras fechas emblemáticas. Por
ejemplo, el Banco de Inglaterra, considerado el primer banco del mundo, fue
fundado en el año 1694 como una organización privada. Debieron pasar 252 años
para que el Banco fuera nacionalizado; en efecto, ello ocurrió en el año 1946 y
desde entonces asumió el monopolio de la emisión de billetes. El Banco de Japón
fue fundado en 1871 y reorganizado sucesivamente en varias etapas, entre ellas,
en el año 1942, en la postguerra y luego en las décadas de los setenta y noventa.
La Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco Central, fue creado por el
Congreso el 23 de diciembre de 1913 y desde entonces tiene la autoridad legal
para emitir moneda de curso legal.
En el siglo XX se estableció la mayoría de los bancos
centrales. El banco central más recientemente creado en el mundo es el Banco
Central Europeo, que administra la política monetaria de los 17 países de la
zona Euro. El Banco abrió sus puertas en el año 1988 y su sede se encuentra en
Frankfurt.
Es necesario subrayar que hasta las primeras décadas del
siglo XX, la emisión de dinero fue hecha por los bancos privados con el apoyo
público pero fue a partir de la segunda década del siglo XX, cuando los
gobiernos del mundo atribuyeron a los bancos centrales la potestad exclusiva para emitir dinero. Las monedas dejaron
de ser de oro y la plata y el papel moneda comenzó a ser el único instrumento
legal del cambio pero ya sin soporte en oro. Este hecho pone en evidencia la
realidad del presente: que el dinero y los bonos públicos y privados existentes
actualmente en el mundo son simples papeles emitidos por los gobiernos y los
particulares, instrumentos fiduciarios cuyo único valor es su aceptación y la
confianza que tienen en ellos quienes los reciben como medio de cambio. Muy
pocos bonos públicos o privados están respaldados por riqueza tangible, por
bienes reales que puedan ser reclamados
como pago. En el mundo moderno se recuerda sólo un caso, el de la moneda
emitida por Francia después de la Revolución, moneda conocida como los
Abonados, que fueron respaldados por los bienes expropiados a la Corona y a la
Iglesia, pero la moneda no tuvo éxito, precisamente, porque los poseedores de
ella no podían reclamar en forma material su valor, ya que era un valor teórico
no ejecutable en la realidad.
El valor del dinero, pues, es el valor de la confianza que
tienen en él quienes lo usan. Usted puede cambiar un trozo de pan o cualquier
cosa material por cualquier otra cosa, pero no se puede cambiar un billete o
una moneda por otra cosa si esa moneda no da confianza a quien la recibe en su
capacidad de intercambio, en su valor. Por ejemplo, el dólar estadounidense y
ahora el euro son las monedas aceptadas para realizar las transacciones
internacionales. Si usted desea pagar con la moneda nacional de otro país, es
muy probable que esta no sea aceptada.
- El oro y la plata tienen una utilidad
limitada
A través del tiempo los seres humanos han tenido al oro y a
la plata como instrumentos de reserva de valor. No es que ambos metales tengan
una utilidad intrínseca múltiple como si la tienen otros recursos naturales
como el petróleo, del que se pueden obtener decenas de productos, sino que por
su ductibilidad y escasez ambos metales han sido el medio escogido por los
seres humanos para representar valor. El oro y la plata han tenido siempre una
utilidad material restringida; su uso industrial, por ejemplo, ha sido esencialmente
en joyería. El uso principal del oro y la plata ha sido en el campo de la
moneda y como reserva de valor, esto, por supuesto, ha sido la causa principal
de su importancia económica. Los países establecieron al oro, al Patrón oro,
como el metal de respaldo de sus monedas. Pero tiempo después, el Patrón Oro
fue desechado, primero por Inglaterra en los años 20 y luego por Estados Unidos
en el año 1971. Hoy en día las monedas de las naciones siguen respaldadas en
oro, sólo que en una proporción relativamente importante. El valor del oro y la
plata ha sido, pues, un invento del hombre; ambos metales no tienen una
utilidad múltiple y amplia como si la tienen otros recursos naturales. En
contraste, podemos decir que el oxígeno, el agua y los alimentos son la
verdadera riqueza porque se puede vivir sin el oro y plata, pero no se puede
vivir sin oxígeno, agua y alimentos. Hoy no se aprecia el valor de esos
recursos ya que hasta ahora ha habido relativa abundancia de ellos. Pero la
situación del mundo ya está cambiando y muchas personas en muchas regiones del
mundo están verificando que estos recursos han comenzado a escasear. Así que, a
mediano y largo plazo, el verdadero instrumento de valor, el verdadero
instrumento de intercambio internacional serán principalmente los recursos
naturales. Este hecho implicará una nueva forma de poder y de relaciones
económicas donde las naciones en desarrollo,
poseedoras de grandes reservas de
recursos naturales, jugarán un nuevo papel en el escenario internacional. No
quiero decir que el dinero va a desaparecer o va a disminuir su influencia, no,
no estoy diciendo eso. Lo que quiero
decir es que el mundo reconocerá que la
verdadera riqueza está representada por los recursos naturales. El dinero existirá
siempre y jugará el rol estelar porque en dinero se medirá siempre el valor de
las cosas y, por supuesto, el valor de los recursos naturales escasos.
- Capitalismo Financiero
Hasta ahora, el dinero ha dominado el mundo. Usted puede
comprar cualquier cosa con dinero. El capitalismo financiero ha decidido la
vida del mundo. Pero, si la escasez de recursos naturales adquiere una nueva y
más intensa dimensión, la influencia del capitalismo financiero sería distinta y los propietarios de los recursos naturales tendrían tendrían una nueva y decisiva importancia.
El poder de los dueños de los recursos naturales se
demostró en los años 1974 y 1975, durante el embargo petrolero árabe. En esos
años, las naciones árabes decidieron no darle una gota más de petróleo a los
países occidentales y en especial a los Estados Unidos, en represalia por su
apoyo a Israel durante la Guerra de los Seis Días en el Medio Oriente. El
embargo causó una catástrofe para la economía mundial. Recuerdo la imagen de un
ciudadano en Inglaterra leyendo un libro con la luz de una linterna porque no
había suficiente energía eléctrica.
En ese momento el capitalismo financiero no pudo hacer nada
para cambiar la situación de la escasez de petróleo y ello demostró que su
poder era relativo, que el poder del mundo está realmente en manos de los
políticos, porque fue una decisión política de las naciones árabes lo que
provocó la crisis. El ejemplo comentado en el párrafo anterior revela, además,
que el verdadero poder no es el dinero, sino los recursos naturales.
Sin embargo, hay que reconocer que el capitalismo
financiero obtuvo una gran ventaja de la crisis del petróleo de los años 1974 y
1975, debido a que la nueva riqueza financiera recibida por los productores de
petróleo fue a parar en los bancos occidentales y estos, a su vez, prestaron ese dinero a las naciones en
desarrollo. La explicación es la siguiente: Como consecuencia del aumento del precio
del petróleo que, a su vez, provocó el incremento de los precios de la mayoría
de bienes y servicios, a muchos países en desarrollo no les quedó otra opción
sino solicitar préstamos a los organismos internacionales y al sector
financiero privado. Ese fue el principal origen de la pesada deuda externa de los países en
desarrollo.
- El agua y los alimentos serán los
productos más valorados
Los signos de la escasez de agua y la contaminación ya son
visibles en muchas regiones del planeta. Esto afecta las posibilidades de
producción de alimentos. Documentos oficiales de la Organización para la
Agricultura y la Alimentación, FAO, reconocen la vulnerabilidad de la
producción.
El 7 de junio de 2011, el columnista del New York Times,
Thomas L. Friedman, en un artículo intitulado La Tierra está saturada, aseguró que Sana, la capital de Yemen,
podría ser la primera gran ciudad en el mundo que se quede sin agua dentro de
un década y dijo, además, que "eso es lo que sucede cuando una generación vive
al 150% de la capacidad sostenible."
China y otros países de Asia están amenazados por la
intensificación de la escasez de agua. Si, a mediano plazo China reduce su
producción de cereales, la situación alimentaria del mundo va a ser muy difícil,
porque este hecho dispararía los precios de los alimentos. Ya la situación es
difícil porque en los últimos años los precios de los alimentos han alcanzado
un alto nivel. El Programa Mundial de Alimentos, WFP, ha advertido que "El
aumento de los precios de los alimentos ha empujado a 44 millones de personas a
la pobreza extrema y el hambre desde junio de 2010." www.wfp.org
El índice de precios de la Organización para la Agricultura
y la Alimentación, FAO, ha confirmado la
apreciación del Programa Mundial de Alimentos.
- Cambios
en la economía monetaria
El siglo XXI será un momento de grandes cambios desde el
punto de vista económico. En la economía monetaria la transformación será
intensa, debido a que las naciones comprenderán que el actual sistema de pago
de intereses es insostenible en la nueva realidad del mundo. Ese sistema no
permite pagar la totalidad de la deuda que por esa misma razón se convierte en
deuda eterna. El dinero no puede producir dinero. Esa es una perversión del
sistema y una de las principales causas de la pobreza en el mundo. La riqueza
no debe ser el dinero; la fuente principal de la riqueza son los recursos
naturales y los bienes y servicios creados por el trabajo mediante la
transformación de los recursos.
- La
crisis financiera en las naciones en desarrollo
Con la excepción de los países de Europa Occidental, que
adoptó el euro como moneda común, la mayoría de los países del mundo tienen la
capacidad de emitir dinero.
La emisión de dinero es un acto de soberanía de las
naciones. Estas pueden financiar sus necesidades internas con recursos
financieros propios, es decir, con sus monedas nacionales. Sin embargo, es
necesario destacar que el sistema monetario internacional ha establecido normas
para la emisión de las monedas nacionales. La más importante es el respaldo de
las monedas nacionales en dólares estadounidenses y oro. Pero estas normas son
utilizadas en una forma flexible por parte de las autoridades monetarias de los
países, que emiten más o menos dinero de acuerdo a las necesidades de sus
economías. En algunas naciones de América Latina hay economistas que hablan de
dinero inorgánico, lo cual es absurdo, porque ello supone entonces que existe
su opuesto, es decir, el dinero orgánico y ello racional ni lógicamente es posible debido a que
el dinero existe básicamente en tres formas: a) como registros contables, b)
como metal y c) como papel. En consecuencia, no puede existir dinero orgánico,
porque lo orgánico es lo relativo a los
seres vivos y ni los registros contables, ni los metales ni el papel son seres
vivos. Los economistas que hablan de dinero inorgánico no explican, pues,
debidamente el concepto. Podríamos
suponer que ellos consideran inorgánico el dinero no suficientemente respaldado
en reservas de oro y/o dólares. Pero los economistas que así piensan se
equivocan, porque en la realidad el sustento de las monedas nacionales en oro
y/o dólares es también una ilusión. La relación masa monetaria/reservas
internacionales de los países casi siempre deja mucho que desear, ya que buena
parte de la moneda circulante tiene un respaldo relativamente importante. Ese apoyo generalmente es mínimo y la tasa de
cambio en la mayoría de los casos no refleja la relación antes citada.
Lo que cuenta verdaderamente para las naciones es su nivel
de reservas en dólares y oro porque los gobiernos pueden emitir su moneda
nacional pero no pueden emitir dólares ni fabricar oro. Lo otro que cuenta es
la posesión o la capacidad de producción de bienes tangibles de valor y alta
demanda internacional. El nivel de
reservas y la capacidad de generar medios de pago internacionales (dólares) es
lo que determina la capacidad internacional de pago de los países. La falta o
escasez de medios de pagos internacionales,
dólares y ahora euros, es la gran limitación de las naciones en
desarrollo.
Lo mismo para un gobierno que para un empresario privado,
la forma de obtener medios internacionales de pago (dólares) es a través de la
exportación. Pero cuando la capacidad de exportación no es suficiente para la
obtención de medios internacionales de pagos, a las naciones no le queda otra opción
sino solicitar préstamos al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, a otras
instituciones financieras regionales o la banca privada. Así, por ejemplo, ha
surgido la carga de la deuda de muchos países.
Las naciones en desarrollo
han cometido otro gran error: solicitar a los bancos internacionales préstamos
en moneda extranjera para convertirlos en moneda nacional. Por ejemplo, si se necesita construir una
carretera y no tienen dinero en moneda nacional solicitan un préstamo en
dólares para pagar la autopista. Con ello buscan incrementar la cantidad de
moneda nacional sin disminuir el respaldo de esa moneda en dólares. Pero ello
es un gran error. Lo correcto es lo contrario, es decir, que las naciones en
desarrollo financien sus necesidades internas con sus propias monedas
nacionales, mediante la emisión de deuda interna y soliciten préstamos
internacionales únicamente para
financiar el componente importado, es decir, los requerimientos de bienes y / o
servicios externos. Las naciones tienen capacidad soberana para hacer esto.
- Un país puede imprimir la cantidad de
dinero que necesita
El dinero no tiene valor real, tangible, intrínseco. El
sustento en oro de las monedas no existe desde el mismo momento en que
Inglaterra en los años 20 y los Estados Unidos en 1971, abandonaron el Patrón
Oro.
En el futuro, cuando la población mundial haya alcanzado
niveles extremos y los recursos naturales sean más valorados, el respaldo del
dinero podría constituirse en bienes
esenciales de alta demanda, como el agua, los alimentos y el petróleo, porque
los recursos naturales son instrumentos reales de reserva de valor. El verdadero valor de las
cosas es su utilidad. Hay cosas esenciales y cosas no esenciales. El ser humano
puede vivir sin las segundas pero no sin las primeras.
La teoría económica define la presión inflacionaria como el
aumento de los precios como consecuencia de las restricciones en la oferta de
bienes y servicios. Pero este concepto no refleja exactamente la realidad. La
verdad es que la inflación es una consecuencia del egoísmo humano que no tiene
límites y cada vez quiere más y más dinero. Los comerciantes aumentan los costos
y los precios en una forma constante. Para unos es costo, para otros es precio,
pero, en todos los casos quieren más dinero, porque piensan que el dinero es la
verdadera riqueza. Este proceso es más intenso en los países donde los
gobiernos no tienen fuerza política, ni capacidad económica para frenar la
especulación de los sectores más privilegiados de la economía.
- La cantidad de dinero no determina la
inflación
De manera, pues, que los países pueden imprimir la cantidad
de dinero que necesitan para satisfacer las necesidades de sus economías. Nadie
tiene la autoridad para impedir esto. El dinero es un simple instrumento para
hacer posible las transacciones económicas y no la riqueza en sí. Contrariamente a lo que piensan los
monetaristas, podemos decir que la cantidad de dinero en circulación no
determina la inflación. Si el déficit fiscal y la emisión de dinero fueran la
causa determinante de la inflación, entonces los Estados Unidos tendría la
mayor inflación del mundo, porque Estados Unidos tiene un gigantesco déficit y
una alta emisión de dinero, pero no es así y, en cambio, Estados Unidos
prácticamente no tiene inflación. Esto demuestra, claramente, que la cantidad de dinero en circulación no es
la causa de la inflación.
- La
crisis financiera en los países desarrollados
Las crisis financieras en los países desarrollados son
provocadas fundamentalmente por dos causas: a) la supervisión débil del
gobierno en el sistema financiero y b) La ambición ilimitada de algunos
banqueros. Por ejemplo, estas dos condiciones promovieron la caída financiera
en Estados Unidos y en otros países de Europa en el año 2008.
El 8 de junio de 2011, Reuters informó que en los mercados
asiáticos el dólar estadounidense perdió valor en relación con el euro debido a
que los inversores consideraron que las tasas de interés de Estados Unidos se
mantendrían estables. La economía monetaria es una gran ilusión, un castillo de
arena construido a la orilla del mar que en cualquier momento hace crisis.
En mayo de 2011, la firma Moody’s redujo la calificación de
la deuda de Estados Unidos. Este hecho provocó un impacto importante en los
mercados financieros internacionales. Esas apreciaciones de la firma permiten
hacer algunas preguntas; por ejemplo:
¿Quién tiene la autoridad para calificar la deuda de la
primera potencia económica del mundo que es Estados Unidos?
¿Qué hay detrás de esas expresiones negativas?
Es obvio que detrás de esas expresiones negativas sobre la
deuda de EE.UU. está escondido el objetivo de debilitar el dólar estadounidense para
favorecer otras monedas como el euro y la moneda china Yuan, entre otras
motivaciones, sin descartar, por supuesto, las estrictamente políticas.
- Origen
de la supremacía económica de Estados Unidos
La supremacía económica de Estados Unidos se basa en dos
hechos: a) Que el dólar estadounidense es la moneda internacional de
intercambio y, en consecuencia, la moneda utilizada en las transacciones
comerciales internacionales y b) Que el dólar estadounidense es la moneda
utilizada por los bancos centrales de los países para mantener sus reservas
internacionales, esto significa que el dólar estadounidense es la moneda
mundial de reserva.
- Los
Estados Unidos no tienen límites para la emisión de dólares
Debido a que el dólar estadounidense es la moneda
internacional de intercambio y reserva, los Estados Unidos pueden emitir y deben
emitir toda la cantidad de dinero necesaria para su actividad interna y para la
actividad económica mundial. Por lo tanto, las personas que hablan de la “pesada
deuda” de los Estados Unidos no están diciendo toda la verdad.
Cuando la Reserva Federal de los Estados Unidos emite un
dólar está emitiendo una deuda, eso es verdad, pero es una deuda interna de
Estados Unidos y no deuda externa. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla:
porque de acuerdo a las normas internacionales, la deuda externa es la
adquirida en moneda extranjera. En este caso, cuando Estados Unidos emite un
dólar está emitiendo una deuda en su propia moneda nacional y por esa razón
elemental es deuda interna y no deuda externa. De esta explicación se infiere que el gobierno
de Estados Unidos tiene la capacidad soberana de emitir la cantidad de dólares
que necesita su economía interna y la economía internacional y ese dinero será
siempre deuda interna de los Estados Unidos.
- Europa y el euro
Con la adopción de la moneda común, el euro, la mayoría de los
países de Europa Occidental renunciaron a su capacidad soberana de emitir
dinero. ¿Cuáles son las ventajas de la moneda común? ¿Cuáles las desventajas?
Hace algunas semanas leí que los comerciantes de Galicia,
en España, están utilizando simultáneamente la antigua peseta y el euro en sus
transacciones comerciales. La información no explicaba cómo obtenían la Peseta,
que es una moneda fuera de circulación.
En las últimas semanas se ha publicado también la
información sobre la crisis financiera en países como Portugal, España y
Grecia. Esta semana se anunció un programa para ayudar al último país. Es un
programa de restricciones económicas que busca reducir los salarios, privatizar empresas, servicios
públicos y aumentar los impuestos; ello, como es lógico suponer, hará mucho más
grave la crisis económica y social de Grecia. El programa ha sido impuesto por
el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. ¿Qué sentido tiene
agravar las condiciones económicas y sociales de un país como Grecia? Bueno,
esa es la gran pregunta que habría que hacerle al FMI y al Banco Central
Europeo. En principio, la respuesta es que con esas medidas sólo buscan
recuperar lo invertido por la banca europea en Grecia, sin importarles la
suerte de la población de ese país.
La experiencia de los años ochenta y noventa en América
Latina demostró también que los
programas del Fondo Monetario Internacional son completamente negativos para
las naciones. Esas políticas aumentaron la pobreza, el desempleo, la
desigualdad y provocaron el nacimiento de gobiernos izquierdistas en
Latinoamérica. Y, por supuesto, Grecia no será una excepción.
Los países aceptan las imposiciones del FMI porque no
tienen otra opción. Por lo general, quienes caen en manos del FMI son los
países altamente endeudados en los mercados internacionales que, por otra
parte, necesitan nuevos préstamos.
Si Grecia no hubiese renunciado a su capacidad soberana de
emitir su moneda nacional, tal vez hoy podría emitir la cantidad de dinero que
necesita para su necesidad interna y solicitar sólo una pequeña cantidad de dólares
o euros a la comunidad internacional. El caso de Grecia podría ser un buen
ejemplo para los demás miembros de la Unión Europea.
- Ideas
Monetarias de los grandes pensadores: Smith, Ricardo y Marx
La opinión de los grandes economistas clásicos, Adam Smith,
David Ricardo y Karl Marx debe tenerse en cuenta cuando se estudia el papel del
dinero en la sociedad. Ellos marcaron un hito en la historia monetaria.
Adam Smith 1723/1790
En su libro Investigación
sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, Libro I,
Capítulo IV, del Origen y uso del dinero (1776), Smith asegura que:
"Tan pronto se hubo establecido la división del
trabajo sólo una pequeña parte de las necesidades de cada hombre se pudo
satisfacer con el producto de su propia labor. El hombre subviene a la mayor
parte de sus necesidades cambiando el remanente del producto de su esfuerzo, en
exceso de lo que consume, por otras porciones del producto ajeno que él
necesita. El hombre vive así, gracias al cambio, convirtiéndose en cierto modo
en mercader y la sociedad misma prospera hasta ser lo que realmente es, una
sociedad comercial.”
Dice luego:
“En las edades primitivas de la sociedad se dice que el
ganado fue el instrumento común del comercio y, a pesar de ser
extraordinariamente incómodo para esos fines, hallamos con frecuencia valuadas
las cosas en aquellos tiempos remotos por el número de cabezas que por ellas se
entregaban a cambio. La armadura de Diomedes, al decir de Homero, únicamente
costó nueve bueyes, pero la de Glauco importó cientos. En Abisinia se asegura
que la sal es el instrumento común de cambio y de comercio; en algunas costas
de la India se utiliza cierto género de conchas; el pescado seco, en Nueva
Zelanda, el tabaco en Virginia; el azúcar en algunas colonias de las Indias
Orientales; los cueros y las pieles en otros países y aún en Escocia existe
actualmente un lugar donde, nos informan, es cosa corriente que un artesano
lleve clavos, en lugar de monedas, a la panadería o a la taberna.”
“Sin embargo, en todos los países resolvieron los hombres,
por diversas razones incontrovertibles, dar preferencia para este uso a los
metales sobre todas las demás mercaderías. Estos no sólo se conservan con menos
pérdida que cualquier otro artículo, pues contadas cosas son menos perecederas,
sino que, además, se pueden dividir sin menoscabo en las partes que se quiera,
o fundir de nuevo en una sola masa, cualidad que no poseen otras mercancías
igualmente durables. Es precisamente esta propiedad la que los convierte en
instrumentos aptos para la circulación y el comercio.”
Smith destacaba la forma en que los metales se han
utilizado como medio de pago y decía que “el hierro fue instrumento común de
comercio entre los antiguos espartanos; el cobre entre los romanos primitivos y
el oro y la plata entre todas las naciones ricas y comerciantes.”
Y afirmaba que “Antes de que se estableciera la moneda
acuñada, el pueblo estaba siempre expuesto a los fraudes y engaños más groseros.”
“Para evitar estos abusos, facilitar los
cambios y fomentar por este procedimiento el comercio y la industria, se
consideró necesario, en cuantos países adelantaron algo en el camino del
progreso, colocar un sello público sobre cantidades determinadas de aquellos
metales que acostumbraban a usar las naciones para comprar todo género de
mercancías. Tal es el origen de la moneda acuñada y de aquellos
establecimientos públicos llamados “Casas de Moneda.” Fin de las citas.
David Ricardo (1772/1823)
El gran autor inglés concede gran importancia al valor y el
respaldo de dinero. En su libro Principios
de Economía Política y Tributación, Capítulo XXVII, sobre La Moneda y los
Bancos (1817), dice que:
"El oro y la plata, al igual que todas las demás
mercancías, son valiosos únicamente en proporción a la cantidad de trabajo
necesario para producirlos y llevarlos al mercado. El oro es cerca de quince
veces más caro que la plata, no porque sea objeto de mayor demanda, ni porque
la oferta de plata sea quince veces más grande que la de oro, sino solamente
porque para obtener una cantidad dada de éste se necesita un volumen de trabajo
quince veces mayor.”
Luego dice:
“La cantidad de dinero susceptible de ser utilizada en un
país debe depender de su valor; si sólo se utilizara el oro para la circulación
de mercancías se necesitaría una cantidad quince veces menor de la que se
precisaría si se utilizara la plata para el mismo objeto.”
“La circulación no puede ser nunca superabundante, porque
al disminuir su valor aumentará su cantidad en la misma proporción, e
incrementando su valor disminuirá su cantidad.”
“No existe punto más importante en la emisión de papel
moneda que el de captar plenamente los efectos que causa el principio de la
limitación de la cantidad.”
Ricardo también asegura que “La experiencia muestra que ni
un Estado ni banco alguno han tenido el poder irrestricto de emitir papel
moneda sin abusar de ese poder; por ello en todos los Estados la emisión de
papel moneda debiera estar bajo una estricta vigilancia y control y ninguno
parece más adecuado para este propósito que el de sujetar a los emisores de
papel moneda a la obligación de pagar su billetes en metal noble o en oro
acuñado.”
Ricardo reitera estos conceptos cuando afirma que “Una
moneda se halla en su estado más perfecto cuando consiste enteramente en papel
moneda, siempre que éste tenga igual valor que el oro al que declara
representar.” Fin de las citas.
Karl Marx 1818/1883
Su opinión es muy importante en materia monetaria. En su libro El Capital, Crítica de la Economía Política, en el
capítulo III, sobre El Dinero, o la circulación de mercancías (1867), Marx dice
que:
“Para simplificar, en esta obra partimos siempre del
supuesto de que la mercancía-dinero es el oro.”
“La función primordial del oro consiste en suministrar al
mundo de las mercancías el material de su expresión de valor, en representar
los valores de las mercancías como magnitudes de nombre igual cualitativamente
iguales y cuantitativamente comparables entre sí. El oro funciona aquí como
medida general de valores y esta función específica es la que convierte al oro
en mercancía equivalencial específica, en dinero.
“No es el dinero el que hace que las mercancías sean
conmensurables, sino al revés: por ser todas las mercancías, consideradas como
valores, trabajo humano materializado, y por tanto conmensurables de por sí, es
por lo que todos su valores pueden medirse en la misma mercancía específica y
ésta convertirse en su medida común de valor, o sea, en dinero. El dinero, como
medida de valores, es la forma o manifestación necesaria de la medida inmanente
de valor de las mercancías: el tiempo de trabajo.
La expresión del valor de una mercancía en oro (x mercancía
A = z mercancía dinero) es su forma dinero, o precio.”
“El precio o la forma dinero de las mercancías es, como su
forma de valor en general, una forma distinta de su corporeidad real y tangible,
es decir, una forma puramente ideal o imaginaria. El valor del hierro, del
lienzo, del trigo, etc., existe, aunque invisible, dentro de estos objetos y se
le representa por medio de su ecuación con el oro, por medio de una relación
con este metal, relación que no es, por decirlo así, más que un espectro
albergado en sus cabezas. Por eso el guardián de las mercancías tiene que hacer
hablar a su lengua por las cabezas de éstas o colgarles unos cartoncitos
proclamando sus precios ante el mundo exterior. Como la expresión de los
valores de las mercancías en oro es puramente ideal, para realizar esta
operación basta con manejar también oro ideal o imaginario. Ningún guardián de
mercancías ignora que por el hecho de dar a su valor la forma de precio, es
decir, la forma de oro imaginario, no dora, ni mucho menos, sus mercancías y
que para tasar en oro millones de valores de mercancías no se necesita ni un
adarme de oro real o efectivo. En su función de medida de valor el dinero
actúa, por tanto, como dinero puramente imaginario o ideal. Este hecho ha dado
pábulo a las más disparatadas teorías. Aunque la función de medida de valores
suponga dinero puramente imaginario, el precio depende íntegramente del
material real del dinero. El valor, es decir, la cantidad de trabajo humano contenido,
por ejemplo, en una tonelada de hierro, se expresa en una cantidad imaginaria
de la mercancía dinero en la que se contiene la misma suma de trabajo. Por
tanto, el valor de la tonelada de hierro asume precios totalmente distintos, o
lo que es lo mismo, se representa por cantidades totalmente distintas de oro,
plata o cobre, según el metal que se tome como medida de valor.”
Luego, más adelante Marx dice:
“La existencia monetaria del oro se disocia radicalmente de
su sustancia de valor. Esto abre el paso a la posibilidad de que objetos
relativamente carentes de valor, como un billete de papel puedan actuar en
lugar suyo con las funciones propias de una moneda. En las piezas metálicas de
dinero, el carácter puramente simbólico aparece todavía, en cierto modo,
oculto. En el papel moneda se revela ya a la luz del día.”
Y afirma:
“El papel moneda es un signo de oro o un signo de dinero. Su
relación con los valores de las mercancías consiste simplemente en que éstas se
expresan idealmente mediante él, en la misma cantidad de oro que el papel
moneda representa simbólicamente y de un modo perceptible. Sólo el hecho de
representar cantidades de oro que son también, como todas las cantidades de
mercancías, cantidades de valor, es lo que permite al papel moneda ser un signo
de valor.” Fin de las citas.
16.
Conclusiones
- El dinero es sólo asientos contables, metal y papel sin valor intrínseco.
- El valor único de dinero es su aceptación como medio de
pago.
- El verdadero valor de las cosas es su utilidad.
- A mediano plazo, la reducción en la disponibilidad de
recursos naturales provocarán importantes cambios económicos.
- La inflación no es sólo un problema económico, sino de
actitud, de avaricia, un problema
causado por del egoísmo humano.
- Es necesario crear una nueva opción económica más
equilibrada y justa para promover el progreso y el comercio mundial.
- El dinero es una creación del hombre que decide qué cantidad producir o no. Los Estados tienen la capacidad soberana de emitir toda la moneda nacional que necesitan. Lo que no pueden los Estados es emitir la moneda de otros países. Allí está la clave del asunto, porque en las relaciones económicas internacionales sólo se aceptan muy pocas monedas. En el mundo moderno se acepta sólo el dólar y en menor escala el euro. De manera que la posesión de esas dos monedas es lo que permite a los países adquirir bienes y servicios o pagar deudas internacionales. El poder de Estados Unidos, pues, no es su arsenal nuclear que obviamente es inmenso. El gran poder de Estados Unidos es el dólar, que es su moneda nacional pero es, simultáneamente, el medio internacional de pago aceptado universalmente. Y por ser su moneda nacional, Estados Unidos tiene la potestad de emitir la cantidad de dólares que demanda su economía interna y la economía internacional.
- El dinero es una creación del hombre que decide qué cantidad producir o no. Los Estados tienen la capacidad soberana de emitir toda la moneda nacional que necesitan. Lo que no pueden los Estados es emitir la moneda de otros países. Allí está la clave del asunto, porque en las relaciones económicas internacionales sólo se aceptan muy pocas monedas. En el mundo moderno se acepta sólo el dólar y en menor escala el euro. De manera que la posesión de esas dos monedas es lo que permite a los países adquirir bienes y servicios o pagar deudas internacionales. El poder de Estados Unidos, pues, no es su arsenal nuclear que obviamente es inmenso. El gran poder de Estados Unidos es el dólar, que es su moneda nacional pero es, simultáneamente, el medio internacional de pago aceptado universalmente. Y por ser su moneda nacional, Estados Unidos tiene la potestad de emitir la cantidad de dólares que demanda su economía interna y la economía internacional.
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