martes, 14 de enero de 2014

El reto de la OPEP es mantener los precios del petróleo sobre $ 100

En los últimos meses del año 2013 los precios del petróleo experimentaron fluctuaciones hacia la baja.
En los últimos dos años surgió en el panorama energético una nueva tecnología, el fracking, que según los organismos internacionales permitiría a Estados Unidos y otros países elevar su producción de crudo y gas. Incluso, se ha llegado a anunciar que, a mediano plazo, Estados Unidos se convertirá en el primer exportador de petróleo del mundo. Si esa hipótesis llegase a convertirse en realidad y la Opep no toma las medidas de recorte de producción apropiadas, el panorama petrolero mundial podría cambiar.
En el escenario antes descrito, el primer efecto de la tecnología se sentiría sobre los precios que, obviamente, tenderían a reducirse. Si esto llegase a ocurrir, las naciones petroleras que dependen de ese ingreso para financiar sus economías sufrirán un duro golpe. No todos los países productores de petróleo se verían afectados en grados extremos. Países como Noruega y algunas naciones árabes han creado fondos soberanos con los recursos que han obtenido del petróleo hasta ahora y han realizado inversiones internacionales que les garantizan un flujo importante de ingresos. Otros países, como Venezuela, no han tenido la misma vision y son altamente dependientes de los precios; para esos países la situación a futuro es de gran incertidumbre.
Estados Unidos recurrió a la nueva tecnología, el fracking, porque estaba agotando aceleradamente sus escasas reservas de petróleo convencional; no tenía otra alternativa. Igual ocurre a México cuyas reservas de petróleo convencional están prácticamente agotadas.
El petróleo es el insumo más importante de la economía mundial. Por esa razón no es de extrañar que se puedan hacer predicciones ultra optimistas sobre su comportamiento. Esas predicciones tienen impacto directo sobre los precios. Hace sólo pocos años comenzó una campaña mundial en la que se destacaba el gran potencial petrolero del Mar Caspio. Tal potencial de producción nunca se convirtió en realidad. Lo que buscaban los autores de la campaña era bajar los precios del petróleo. Es algo normal que cada cierto tiempo se anuncie el descubrimiento de nuevos yacimientos, pero generalmente esas informaciones después no se pueden comprobar en forma efectiva en la realidad. En el caso del fracking, habría que esperar su evolución para ver si realmente se cumplirán las expectativas que se han creado hasta ahora.
La realidad del mercado petrolero mundial es que el petróleo convencional se está agotando aceleradamente (1); eso lo saben las grandes compañías internacionales y los gobiernos. Por eso es que desesperadamente buscan nuevas alternativas energéticas. El objetivo es liberarse lo máximo posible de la OPEP.
El reto de la Opep es mantener los precios del petróleo sobre los 100 dólares. Para lograr ese propósito deberá adoptar medidas en el campo de la producción. La incorporación de la producción de Irán al mercado no debería alterar los precios. Si todos los miembros se ponen de acuerdo en un nivel de producción determinado los precios podrán mantenerse. La producción de shale gas de Estados Unidos tampoco sería suficiente para afectar los precios de una manera significativa si los países de la Opep actúan concertadamente y reducen la producción, porque el mundo necesita el petróleo de la Opep.
(1) Pablo Rafael Gonzalez.  Running Out: How Global Shortages Change the Economic Paradigm. Algora Publishing, New York, 2008.


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