miércoles, 15 de junio de 2016

Sólo un Pacto de Rescate Económico y Social podría salvar a Venezuela

La situación política, económica y social está llevando a Venezuela al extremo: sin comida; sin medicinas; hiperinflación;  escasez de otros bienes esenciales; producción agrícola e industrial prácticamente paralizada; colapsados los servicios públicos y privados de electricidad, agua, salud;  delincuencia desbordada y altos niveles de conflictividad política y social.
Ante una situación como esa quedan muy pocas opciones para encontrar solución a esa gran cantidad de hechos extraordinarios. La experiencia histórica demuestra que cuando los países llegan a ese estado de cosas la única manera en que se han salvado es mediante el acuerdo de los diferentes sectores de la sociedad. En América Latina, el ejemplo más reciente es el de Nicaragua, que entró en un proceso de hiperinflación, destrucción económica y guerra interna a partir de 1979, con el triunfo del Sandinismo. Nicaragua superó la grave situación que padecía a partir del año 1990, con la elección de un nuevo gobierno (Violeta Chamorro) y la adopción de un nuevo programa económico cuya medida principal fue la creación de una nueva moneda, el Córdoba Oro, a la par del dólar, que permitió la recuperación progresiva de la economía. Los sandinistas regresaron al poder pero aprendieron la lección. Y hoy Nicaragua tiene libertad de cambio, el dólar americano circula libremente y la economía se desenvuelve dentro de los parámetros internacionales.
Hoy, en Venezuela, para salir de la grave crisis que padece se requiere un Pacto de Rescate Económico y Social entre los principales actores del país: el Estado, los empresarios, los trabajadores y los gremios profesionales.
Las bases de ese Pacto en lo económico deberían ser:
  1. Establecimiento de una nueva Política Monetaria, que es la causa principal del problema económico. Esa nueva política debe eliminar el control de cambio y propiciar la creación de una nueva moneda a la par del dólar, una nueva moneda con suficiente respaldo, basado en una parte del valor monetario de las reservas petroleras y en el valor monetario de las reservas de oro. La moneda debería conservar el nombre del Libertador Simón Bolívar y llamarse Bolívar Oro. Se debe permitir simultáneamente la libre circulación del dólar de manera que se pueda pagar indistintamente en Bolívares Oro o en dólares.
  2. Se debe establecer una nueva escala de precios,  salarios y tasas de interés  adaptados a la realidad internacional.
  3. El Pacto debe comprometer al Estado y a los empresarios a respetar los salarios y los precios de los bienes y servicios que se alcancen por medio del acuerdo.
  4. El Estado debe favorecer y estimular la iniciativa empresarial privada y a través de la política financiera ayudar a la recuperación y creación de nuevas empresas.
  5. La prioridad debe ser la producción agrícola, agroindustrial, de medicinas, favorecer a la pequeña,  mediana y gran industria y las actividades generadoras de divisas como el turismo.
  6. El Estado debe comprometerse a recuperar la infraestructura eléctrica y de agua mediante la inversión eficiente de los recursos y a recuperar las industrias básicas de Guayana.
  7. En el campo de lo social, se requiere una acción firme y eficiente en el combate al delito.
  8. La adopción de ese conjunto de medidas permitiría ponerle fin a la hiperinflación, recuperar el valor del salario, incrementar la producción material y de servicios, es decir, volver a llenar los estantes con comida y medicinas y restablecer los servicios esenciales de electricidad, agua y los servicios de salud, entre otros.


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