sábado, 25 de abril de 2015

La revaluación del dólar y la devaluación del euro

Índice
  1. Evolución del euro
  2. ¿Por qué se devalúa el euro?
  3. Revaluación del dólar y la baja del precio del petróleo
  4. Expectativa de incremento de las tasas de interés en Estados Unidos
  5. Las reservas internacionales en el futuro
  6. Conclusión
En los primeros meses del año 2015 el euro ha venido perdiendo valor frente al dólar en forma sostenida, lo cual abre una serie de interrogantes sobre el futuro de la economía mundial.

  1. Evolución del euro
El euro fue adoptado como moneda común en Europa occidental en el año 1999 pero comenzó su circulación formal como moneda y billetes en el año 2002. Para enero de ese año 2002 la cotización frente al dólar era de 0,85 euros por dólar.  El euro se fue revaluando progresivamente y alcanzó su punto máximo frente al dólar el 3 de julio del año 2008, cuando se cotizó en 1,58 dólares por euro. A partir de entonces, en un proceso de alzas y bajas el euro comenzó un proceso suave de caída frente al dólar. Para el 24 de abril 2014 se cotizaba a 1,38 dólares por euro para llegar el 29 de diciembre del 2014 a 1,21 dólares por euro. A partir de entonces, o sea, en los primeros meses del año 2015, el euro inició una caída significativa llegando a cotizarse el día 23 de abril 2015 en 1,07  dólares por euro.
Las cifras oficiales del Banco Central Europeo muestran la realidad antes comentada:


  1. ¿Por qué se devalúa el euro?
No se podría hablar de una sola causa sino de la combinación de varias causas. Creo que la más importante es el debilitamiento de la capacidad exportadora de los países de la Unión Europea y especialmente de Alemania y Francia, como consecuencia, entre otras razones, del  alto valor del euro.
Las exportaciones de mercancías de Francia vienen presentando una desaceleración desde el año 2012 cuando representaron el 21,17% del PIB, en el 2013 representaron el 20,65 % mientras que en el 2014 cayeron a 20,46 %.


Las exportaciones de Alemania también han disminuido ya que representaron el 39,77% del PIB en el año 2012, 38,99% en el año 2013 y 39,08% en el año 2014.


Alemania y Francia son quienes en realidad dominan el Banco Central Europeo y está en el interés de estos dos países mejorar su posición en el comercio internacional a través del fomento de sus exportaciones hacia los mercados emergentes, donde encuentran la fuerte competencia de China especialmente.
El otro problema para Alemania y Francia es la grave crisis que enfrentan los países del sur de Europa e Irlanda, llamados ¿despectivamente? PIIGS por sus siglas en inglés: Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España. La imposición de la política de austeridad a esos países ha creado un caos económico que tiene a Europa a las puertas de la deflación. Los niveles de desempleo alcanzan cifras extraordinarias y la reducción de salarios, pensiones y beneficios en materia de salud, educación y otros servicios públicos han desatado la pobreza extrema en esos países. En un panorama como ese, es obvio que esos países no pueden mantener su consumo y mucho menos sus importaciones de productos provenientes de Alemania y Francia. La consecuencia para estos dos últimos países es que el mercado europeo cada día se les cierra más debido a la debilidad del poder de compra en el resto de los países de Europa.
Ante el panorama antes descrito, al Banco Central Europeo no le ha quedado otra alternativa sino la de flexibilizar la política de austeridad que le ha impuesto a las naciones europeas y ha desarrollado un programa de inyección de liquidez, conocido como Facilidad Cuantitativa, “Quantitative Easing,” que tiene como objetivo contribuir a la recuperación económica. Este programa pone en evidencia el fracaso de la política de austeridad del Banco Central Europeo.
Conforme a los criterios ortodoxos, la emisión de más dinero sin un aumento en el respaldo de ese dinero en reservas internacionales, es no sólo un factor inflacionario sino que implica, de hecho, una devaluación de la moneda. Si se acepta este criterio como válido, podría deducirse entonces que el incremento de liquidez por parte del Banco Central Europeo sería uno de los factores que contribuyen a la devaluación del euro.
A todo lo anteriormente señalado se agrega otro hecho: el surgimiento de un nuevo bloque económico, el llamado BRICS, Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica que indudablemente crea una nueva realidad mundial, porque reúne no sólo a los países más poblados del planeta, China e India,  sino también a otros gigantes como Rusia, la nación territorialmente mayor del mundo, con frontera en Europa y en el Pacífico y a Brasil, el país más grande de América Latina. Ese grupo pudiese ampliarse en el futuro con naciones como Argentina, lo que evidentemente incrementaría su influencia a nivel global. Una de las consecuencias del fortalecimiento y ampliación del BRICS podría ser el surgimiento de una tercera moneda internacional que, a largo plazo, podría intentar competir con el dólar y el euro.
Es necesario destacar además, que las diferencias económicas entre los países tienden a agravarse debido a razones políticas. En los años recientes hemos visto resurgir los conflictos entre Estados Unidos y Rusia, hechos que recuerdan los tiempos de la Guerra Fría. Los puntos de fricción son varios e intensos, como el problema de Ucrania, el programa nuclear de Irán y la situación en otras naciones de África y el Medio Oriente.
A todo ello se agregan otros factores controversiales como la situación de los recursos naturales más importantes como el agua y el petróleo convencional, cuya disponibilidad cada día es más restringida. Los Estados Unidos ha encontrado una forma de resolver parte de su problema energético desarrollando una nueva forma de producción, el fracking, pero esa tecnología no parece ser una solución duradera debido a los graves perjuicios ecológicos, especialmente el daño a las reservas de agua. El oro, empleado como instrumento de reservas internacionales por los bancos centrales de los países también es causa de preocupación. Hace poco tiempo Alemania exigió a Estados Unidos devolver parte de sus reservas de oro que permanecían depositadas en ese país. Especialistas en la materia también informan de los esfuerzos de China por atesorar la mayor cantidad de este metal precioso, lo cual, teóricamente, tendría efecto sobre el respaldo de su moneda, el yuan. A pesar de ello, hasta ahora, China no ha logrado posicionar su moneda como instrumento de reserva internacional de valor por parte de los bancos centrales del mundo. Japón, en cambio, hasta ahora ha logrado colocar su moneda, el yen, como instrumento de reserva adicional al dólar, como lo demuestra el hecho de que el Banco Central Europeo mantiene sus reservas internacionales en dólares, yenes, oro y derechos del Fondo Monetario Internacional.

  1. Revaluación del dólar y la baja del precio del petróleo
En julio del año 2008, justo antes de comenzar la crisis financiera global, en Estados Unidos el precio del petróleo alcanzó la cifra record de 133,93 dólares por barril.


Para romper esa tendencia alcista de los precios del crudo que representaba un verdadero riesgo para toda la estructura económica mundial, los factores internacionales de poder económico aceleraron la crisis financiera del año 2008. En efecto, a partir de ese momento, los precios del petróleo comenzaron a disminuir progresivamente hasta situarse en alrededor de los 50 dólares para los primeros meses del año 2015.
Cabe destacar el hecho de que cuando el petróleo alcanzó su cifra record de 133,93 dólares para julio del año 2008, el valor del euro respecto al dólar alcanzó también su cifra record de 1,58 dólares por euro, la mayor desde la creación del euro en el año 2002. En consecuencia, podemos interpretar que mientras el precio del petróleo alcanzó su nivel máximo de 133,93 dólares el barril, la devaluación del dólar frente al euro alcanzó también su nivel máximo al cotizarse en 1,58 dólares por euro. Mientras que ahora, en los primeros meses del año 2015, cuando el petróleo ha alcanzado su nivel mínimo de los últimos años de alrededor de 50 dólares por barril ha ocurrido el fenómeno contrario, es decir, que el dólar ha alcanzado su mayor nivel de revaluación frente al euro de 1,05 dólares por euro para el 23 de abril del 2015.
¿Cómo se explican estos fenómenos? ¿Qué relación existe entre el precio del petróleo y la fortaleza o depreciación del dólar frente al euro?
El dólar es la moneda internacional del comercio y en dólares se cotizan los precios de todas las materias primas, de manera que su apreciación o depreciación tiene un impacto directo en los precios de las materias primas así como en el precio de todos los demás bienes y servicios que se transan a nivel mundial.

  1. Expectativa de incremento de las tasas de interés en Estados Unidos
Este es otro hecho digno de destacar en el escenario financiero internacional actual, debido al impacto que podría tener en la apreciación o depreciación de las monedas mundiales.
Un aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, atraería hacia ese país un importante flujo de recursos financieros desde los países emergentes, siempre en busca de remuneraciones más atractivas pero, a su vez, ello podría provocar la devaluación de las monedas de esos países debido a la reducción de sus reservas en dólares.

  1. Las reservas internacionales en el futuro
La crisis del medio ambiente y la sobreexplotación de los recursos naturales como el agua y el petróleo ya están creando una nueva realidad mundial en la que esos recursos tendrán cada día un mayor valor. Como consecuencia de ello una nueva interpretación del concepto de valor se impondrá a mediano y largo plazo en el mundo, interpretación en la que el valor de uso, la utilidad será lo más importante.


El agua, hasta ahora abundante, ya ha comenzado a escasear en países como los Estados Unidos, donde uno de sus estados más importantes, California, está ya empezando a sufrir las consecuencias de la sequía. Otros estados del oeste y del sur van por el mismo camino.
El petróleo convencional sufre una restricción similar a pesar de los esfuerzos de la tecnología. De manera pues, que los recursos naturales como insumos y los alimentos como producto final de esos insumos, constituyen y constituirán las grandes reservas de valor del presente y del futuro. Las riquezas del futuro no se  mediarán por la posesión de dinero sino por la posesión de recursos naturales.
Las reservas internacionales de los bancos centrales no estarán formadas sólo por monedas (dólares), oro y papeles del Fondo Monetario. Las reservas internacionales del futuro estarán formadas por papeles sustentados en el valor monetario tangible del agua, el petróleo y los alimentos. La razón es muy simple: porque el dólar y el oro ya no representan una reserva suficiente de valor en un mundo caracterizado por la crisis del medio ambiente donde los recursos naturales básicos cada día comienzan a ser más y más escasos.

  1. Conclusión
-          La devaluación del euro pone en evidencia el fracaso de la política de austeridad del Banco Central Europeo.
-          La creación del euro creó la ilusión de una nueva moneda que competiría con el dólar pero, hasta ahora, ninguna moneda ha podido competir significativamente con la moneda norteamericana, en la que se siguen realizando la mayor parte de las operaciones financieras y del comercio internacional.
-          Considerando la realidad histórica hasta ahora, se podría inferir que la creación de una nueva moneda de aceptación internacional por parte del BRICS podría correr también la misma suerte del euro.

-          La devaluación demuestra que la fortaleza del euro es una ilusión; que la devaluación puede seguir acentuándose y volver a los niveles del año 2002 cuando se cotizaba a 0,85 euros por dólar; es decir, que el dólar continúa siendo la primera moneda del mundo.

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