domingo, 26 de enero de 2014

Una solución al problema económico de Venezuela es crear el bolívar oro y permitir el libre uso del dólar como moneda alterna

Mientras exista la restricción para obtener dólares, la situación de escasez de bienes, la inflación y la especulación seguirán presentes.
La solución es crear una nueva moneda, a la par del dólar, 1 a 1, una nueva moneda que he llamado el bolívar oro, respaldada por las reservas de petróleo y oro de Venezuela, para lo cual sería necesario emitir bonos en dólares respaldados por una fracción de esas reservas.
La otra medida es permitir la libre circulación del dólar como moneda alterna, de manera que usted podría pagar indistintamente en bolívares oro o en dólares, porque el bolívar oro equivaldría a un dólar.
1. ¿Por qué se debe crear una nueva moneda?
Básicamente por dos razones:
a)    Porque la devaluación acumulada del bolívar entre 1983 y este año 2014 es algo insólito, más de un millón y medio por ciento y una moneda con ese nivel de devaluación no es recuperable. Una manzana cuesta hoy 50.000 bolívares de los viejos, que era entonces, (decada de los setenta y ochenta)  el precio de un apartamento pequeño o una pequeña casa. Eso muestra a dónde ha llegado la devaluación y la inflación.
b)    Y porque es necesario conservar la soberanía monetaria, ya que si se dolariza formalmente, es decir, si se adopta el dólar como única moneda de curso legal, el país perdería su capacidad de maniobra en esta materia y quedaría totalmente en manos del Tesoro de Estados Unidos. En cambio, si se crea una nueva moneda, el bolívar oro y a la vez se autoriza la libre circulación del dólar, estaríamos en presencia de una dolarización informal, que  permite la solución del problema monetario y cambiario sin sacrificar la autonomía monetaria del país.
2.   ¿Cómo quedarían las reservas internacionales si se crea el bolívar oro a la par del dólar?
La clave del tema es la tasa de cambio a la que se convertiría la masa monetaria actualmente existente. En el año 2000, el presidente Jamil Mawad, de Ecuador, en una situación parecida, convirtió la masa monetaria de ese país a la tasa vigente del mercado entonces que era 25.000 sucres por dólar y dolarizó formalmente la economía ecuatoriana.
En Venezuela habría que tomar una decision para determinar la tasa a la que se cambiaría la masa monetaria actualmente existente en el país para convertirla en bolívares oro, es decir, para convertirla en dólares, porque cada bolívar oro equivaldría a un dólar.
Las reservas internacionales de Venezuela no tendrían por qué disminuir en un escenario de creación de la nueva moneda, el bolívar oro, porque Venezuela tiene ingresos permanentes de divisas y con ese ingreso debería sufragar sus gastos sin disminuir sus reservas. Si usted tiene un sueldo que recibe regularmente usted no tiene por qué gastar el dinero que tiene en su cuenta de ahorro; bueno, lo mismo es aplicable a los países. El Estado, a través del Banco Central, garantizaría un mínimo de dólares para el funcionamiento de la economía y sus actividades básicas, como la adquisición de alimentos, medicinas e insumos para la agricultura y la industria y el resto de las divisas debe provenir de las captaciones que haga la banca pública y privada y de la inversión de los particulares.
Además, si se crease la nueva moneda, el bolívar oro y se permitiese la libre circulación del dólar como moneda alterna, el país recibiría un importante flujo de inversiones de particulares y de empresas venezolanas que tienen inversiones en el exterior así como de inversiones extranjeras, tal como ocurre en otras naciones donde se garantiza el libre cambio de divisas.  Por ejemplo, recientemente, leí un artículo de la señora Beatriz de Majo, intitulado “Llueven capitales foráneos” en el que informaba que Colombia fue seleccionada como segundo destino de inversion del futuro en el mundo, hecho que muestra que es posible para los países de América Latina atraer importantes inversiones internacionales.
Venezuela también podría ser centro de atracción para la inversion extranjera si se crearan las condiciones económicas e institucionales apropiadas.
3. ¿Cómo quedarían los salarios, los precios y las tasas de interés?
Al crearse la nueva moneda a la par del dólar y al permitirse la libre circulación del dólar como moneda alterna, los salarios, los precios y las tasas de interés deberían ubicarse en el mismo nivel que tienen dichos factores a nivel internacional. Eso es lo que ha ocurrido en las naciones que han dolarizado sus economías, como Ecuador y otras naciones de América Latina en las que el dólar es el marcador de precios de sus economías. Bueno, lo mismo debería ocurrir en Venezuela, pero como este es un país completamente atípico, sería necesario que el Estado estableciera los mecanismos correspondientes para evitar la usura y la especulación.
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martes, 14 de enero de 2014

The challenge of OPEC is to keep oil prices above $ 100

In the last months of 2013 oil prices experienced downward fluctuations.
In the last two years a new technology, fracking, emerged in the energy landscape; according to international agencies that technology would allow the United States and other countries to raise its oil production and gas. Even, it has been announced that in the medium term, the United States will become first oil exporter in the world. If this scenario were to become reality and OPEC fails to take appropriate measures to cut production, world oil outlook could change.
In the scenario described above, the first effect of technology would feel in the prices that obviously would tend to decrease. If this occurs, the oil nations that depend on that income to fund their economies will suffer a serious blow. Not all oil producing countries would be affected in extreme degrees. Countries like Norway and some Arab nations have created sovereign funds with the resources that have obtained from oil and have made international investments, which ensure a significant revenue stream. Other countries such as Venezuela, have not had the same vision and are highly dependent on prices, for these countries the future is very uncertain.
United States turned to the new technology, fracking, because it was rapidly depleting their scarce reserves of conventional oil; had no choice. Same it happens to Mexico whose conventional oil reserves are almost exhausted.
Oil is the most important input in the global economy. For that reason it is not surprising that they can make ultra optimistic predictions about their behavior. These predictions have direct impact on prices. Only a few years ago started a worldwide campaign in which the great Caspian oil potential was highlighted. Such production potential never became reality. What the authors of the campaign sought was to lower oil prices. It is normal that often the discovery of new reserves is announced, but usually this information cannot be checked effectively in reality. In the case of fracking, we should expect to see if expectations created so far are or not truth.
The reality of the world oil market is that conventional oil is running out rapidly (1); international companies and governments know it. Therefore, they are desperately seeking new energy alternatives. The aim of them is to reduce their dependence from OPEC.
The challenge of OPEC is to keep oil prices above $ 100. To achieve that purpose shall take measures in the field of production. Incorporating production of Iran should not alter market prices. If all members of OPEC agree to maintain determined level of production the oil price can be kept over $ 100. The production of shale gas in the United States would not be enough to affect prices significantly if OPEC countries act in concert and reduce production, because the world needs the oil from OPEC.

(1) Pablo Rafael Gonzalez.  Running Out: How Global Shortages Change the Economic Paradigm. Algora Publishing, New York, 2008.

El reto de la OPEP es mantener los precios del petróleo sobre $ 100

En los últimos meses del año 2013 los precios del petróleo experimentaron fluctuaciones hacia la baja.
En los últimos dos años surgió en el panorama energético una nueva tecnología, el fracking, que según los organismos internacionales permitiría a Estados Unidos y otros países elevar su producción de crudo y gas. Incluso, se ha llegado a anunciar que, a mediano plazo, Estados Unidos se convertirá en el primer exportador de petróleo del mundo. Si esa hipótesis llegase a convertirse en realidad y la Opep no toma las medidas de recorte de producción apropiadas, el panorama petrolero mundial podría cambiar.
En el escenario antes descrito, el primer efecto de la tecnología se sentiría sobre los precios que, obviamente, tenderían a reducirse. Si esto llegase a ocurrir, las naciones petroleras que dependen de ese ingreso para financiar sus economías sufrirán un duro golpe. No todos los países productores de petróleo se verían afectados en grados extremos. Países como Noruega y algunas naciones árabes han creado fondos soberanos con los recursos que han obtenido del petróleo hasta ahora y han realizado inversiones internacionales que les garantizan un flujo importante de ingresos. Otros países, como Venezuela, no han tenido la misma vision y son altamente dependientes de los precios; para esos países la situación a futuro es de gran incertidumbre.
Estados Unidos recurrió a la nueva tecnología, el fracking, porque estaba agotando aceleradamente sus escasas reservas de petróleo convencional; no tenía otra alternativa. Igual ocurre a México cuyas reservas de petróleo convencional están prácticamente agotadas.
El petróleo es el insumo más importante de la economía mundial. Por esa razón no es de extrañar que se puedan hacer predicciones ultra optimistas sobre su comportamiento. Esas predicciones tienen impacto directo sobre los precios. Hace sólo pocos años comenzó una campaña mundial en la que se destacaba el gran potencial petrolero del Mar Caspio. Tal potencial de producción nunca se convirtió en realidad. Lo que buscaban los autores de la campaña era bajar los precios del petróleo. Es algo normal que cada cierto tiempo se anuncie el descubrimiento de nuevos yacimientos, pero generalmente esas informaciones después no se pueden comprobar en forma efectiva en la realidad. En el caso del fracking, habría que esperar su evolución para ver si realmente se cumplirán las expectativas que se han creado hasta ahora.
La realidad del mercado petrolero mundial es que el petróleo convencional se está agotando aceleradamente (1); eso lo saben las grandes compañías internacionales y los gobiernos. Por eso es que desesperadamente buscan nuevas alternativas energéticas. El objetivo es liberarse lo máximo posible de la OPEP.
El reto de la Opep es mantener los precios del petróleo sobre los 100 dólares. Para lograr ese propósito deberá adoptar medidas en el campo de la producción. La incorporación de la producción de Irán al mercado no debería alterar los precios. Si todos los miembros se ponen de acuerdo en un nivel de producción determinado los precios podrán mantenerse. La producción de shale gas de Estados Unidos tampoco sería suficiente para afectar los precios de una manera significativa si los países de la Opep actúan concertadamente y reducen la producción, porque el mundo necesita el petróleo de la Opep.
(1) Pablo Rafael Gonzalez.  Running Out: How Global Shortages Change the Economic Paradigm. Algora Publishing, New York, 2008.