martes, 1 de julio de 2014

Estados Unidos inventó el fracking para ganar tiempo y aplazar el colapso de la economía mundial

La Administración de Energía de Estados Unidos, EIA, confirmó el 3 de junio 2014 que el Reino Unido se convirtió en importador neto de petróleo en el año 2012. Esto significa simplemente que las reservas petroleras del Mar del Norte ya están llegando a su fin.
Si no hubiese surgido el fracking como alternativa energética, el reconocimiento oficial del agotamiento de las reservas del Mar del Norte hubiese creado un caos de precios llevándolos a niveles impensables.
En la historia de las últimas décadas ocurrió un hecho parecido. Fue en 1974 como consecuencia del embargo petrolero árabe contra los países occidentales, lo cual multiplicó casi por 6 los precios del petróleo, llevándolos a 10,70 dólares. Para 1970 el precio era de 1,70 dólares. Luego, en  1980, el precio llegó a alcanzar los 40 dólares, es decir, más de tres veces la ya elevada cantidad de 10,70 dólares de 1974. Si actualmente ocurriera una situación similar y los precios del petróleo se multiplicaran por  tres, el precio final se ubicaría por encima de 400 dólares. Si ello llegase a ocurrir, se generaría un colapso de la economía mundial, porque el petróleo incide en el precio de la mayoría de las mercancías que se comercian en el  mundo.
Nadie puede saber con precisión el futuro, pero la historia es una fuente de conocimiento innegable. Si ocurrió en el pasado puede ocurrir de nuevo en el presente o en el  futuro.
Al ritmo de su producción para el año 2005, las reservas petroleras convencionales de Estados Unidos alcanzaban sólo hasta el año 2016. Por esa razón, Estados Unidos inventó el fracking, con el propósito de prolongar en el tiempo su capacidad de producción y reducir su dependencia del petróleo extranjero.
¿Cuál es la capacidad real de producción y reservas del fracking?
Esa es la pregunta clave que, sin embargo, no tiene una respuesta totalmente clara. El petróleo es la sangre de la economía mundial, el producto estratégico más importante y por ello no existe absoluta transparencia respecto al comportamiento de la producción y reservas en la realidad. Por ejemplo, hace algún tiempo la compañía Shell se vio obligada a reconocer que había sobreestimado sus reservas de petróleo por razones políticas. Hoy, podría estar ocurriendo algo similar respecto al fracking.
El 29 de octubre 2008, publicamos un artículo en este mismo blog  con el título de El petróleo del Reino Unido durará 4 años más (1). En dicho artículo se decía lo siguiente:
Cita:
“El Reino Unido será el primer país occidental donde el petróleo se acabará. Si ese país mantiene el nivel  de producción y reservas que tenía para el año 2005, el colapso del  petróleo del Reino Unido ocurrirá en cuatro años, es decir, para el año 2012.
Un fenómeno similar ya ha ocurrido en el mundo. En efecto, el 8 de mayo del 2008, un importante miembro de la OPEP, Indonesia, anunció su retiro de la organización, debido a que ya no tenía suficiente petróleo y no podía continuar como exportador.
El petróleo de Noruega durará siete años más, hasta el 2015; el petróleo de Estados Unidos y México sólo ocho años más, hasta el 2016 y el de China nueve años más, o sea, hasta el 2017.” Fin de la cita.
Los hechos han demostrado que la previsión hecha en este blog en el 2008 respecto al Reino Unido se ha cumplido como lo ha confirmado la EIA (2).
Los Estados Unidos han encontrado una solución temporal con el fracking.
¿Será suficiente?
¿Qué ocurrirá en Noruega, México y China en el futuro inmediato?
¿Cómo compensarán esos países la caída de sus reservas de petróleo convencional?
¿Podrá Brasil desarrollar con éxito sus proyectos de aguas profundas?
Las perspectivas no lucen fácil; el petróleo convencional se está acabando en muchas regiones del mundo.
La estabilidad de los precios del petróleo se verá influida por la veracidad de las cifras sobre el fracking; si el fracking no cumple con las expectativas, la explosión de los precios va a aparecer necesariamente en el escenario.
¿Podrá la tecnología sustituir a la Madre Naturaleza?
Algo parecido a lo que ocurre con el petróleo está pasando respecto al agua. Cada día se revelan las nuevas situaciones de escasez que están surgiendo en diversas regiones del planeta, incluido los Estados Unidos.
(4)   Running Out: How Global Shortages Change the Economic Paradigm, Algora Publishing, New York, 2008.


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